Argentina se aferra al salvavidas que le ha proporcionado la subida del precio de la soja, su principal materia prima. Lo que supone, según los analistas, que el país latinoamericano podría alejar el riesgo de una crisis de divisas debido a la obsesión de Cristina F. de Kirchner por imponer el peso como moneda. Argentina se aferra al salvavidas que le ha proporcionado la subida del precio de la soja, su principal materia prima. Lo que supone, según los analistas, que el país latinoamericano podría alejar el riesgo de una crisis de divisas debido a la obsesión de Cristina F. de Kirchner por imponer el peso como moneda.
Para el economista argentino Sebastián Vargas, los principales sustentadores de la economía del país hasta el año 2011 han sido la demanda asiática y brasileña y los cambios tecnológicos en la agricultura. Actualmente, según palabras del analista, hay una importante fuga de divisas que se subsana, en cierta medida, con el aumento del precio de la soja.
Lo que hace que la idea generalizada de que la edad de oro de esta materia prima había acabado caiga por sí sola, ya que la soja ha llegado a encarecerse un 19% en el último año, lo que está por encima de su precio de 2008 y 2009.
En este contexto, según los especialistas, lo que podría hacer caer a esta gallina de los huevos de oro sería un empeoramiento de la crisis europea. Sino se diera este escenario, por el contrario, el país continuaría a flote “a pesar de sus políticas heterodoxas”.
