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La Sanidad chilena se une al frente contra el Gobierno Piñera

Chile se ve envuelto desde hace meses en continuos paros y protestas que han incrementado la inestabilidad social del país. El último colectivo en iniciar una huelga ha sido el de los trabajadores de atención primaria de la salud, organizados en la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam). El paro durará 48 horas y se produce para protestar contra lo que los empleados consideran un incumplimiento del acuerdo que firmaron con el Ministerio de Salud del conservador Sebastián Piñera y para denunciar, afirman, que el Gobierno está privatizando la sanidad. Chile se ve envuelto desde hace meses en continuos paros y protestas que han incrementado la inestabilidad social del país. El último colectivo en iniciar una huelga ha sido el de los trabajadores de atención primaria de la salud, organizados en la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipalizada (Confusam). El paro durará 48 horas y se produce para protestar contra lo que los empleados consideran un incumplimiento del acuerdo que firmaron con el Ministerio de Salud del conservador Sebastián Piñera y para denunciar, afirman, que el Gobierno está privatizando la sanidad.

Según los trabajadores, las autoridades del país han iniciado ese proceso de encubierto que se basaría en las concesiones que se entregan a empresas privadas y la externacionalización de servicios. La presidenta de la Confusam, Carolina Espinoza, ha declarado a los medios chilenos que el paro está teniendo un seguimiento total en todo país y que la población está apoyando sus reclamaciones.

«La salud no puede ser fuente de lucro, sino que debe ser un derecho humano garantizado por el Estado», declaró Espinoza ayer para justificar el paro. El discurso de los trabajadores de la sanidad en huelga se asemeja al de los estudiantes, que también reclaman a Piñera el fin del lucro en la educación y una mayor estatalización de la educación.

Además, los huelguistas cargan contra el ministro de Salud, Jaime Mañalich, al que acusan de no respetar los acuerdos firmados y de no inyectar dinero público en el sector. Esteban Maturana, dirigente de la Confusam, ha declarado que «la gente está muy molesta con Mañalich, es agresivo, provocador, el malestar de nuestra gente se asienta y por eso esperamos una alta adhesión».

El paro es un capítulo más en la larga serie de desencuentros entre la sociedad civil y el presidente, que Piñera vive desde hace meses un auténtico calvario al frente del gobierno chileno. Después de alcanzar altas cotas de popularidad por el rescate de los mineros sepultados en la mina San José y el consenso que generó su voluntad de reconstrucción tras el terremoto de 2010, dos hechos que marcaron el primer año de su mandato, la conflictividad social ha hecho que la popularidad del político conservador caiga a un 26%. Algo que puede agravarse con la nueva huelga en la sanidad.

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