La reforma de Pemex promete batalla política

La reforma energética, que tiene como epicentro a Petróleos Mexicanos (Pemex) promete una cruenta batalla política en México. La reforma energética, que tiene como epicentro a Petróleos Mexicanos (Pemex) promete una cruenta batalla política en México. Tal y como comenta el periódico El País, su resultado, indisolublemente unido a la posterior reforma fiscal, será clave para poder vislumbrar un México más moderno y más equitativo.

Durante las próximas semanas, el Gobierno de Enrique Peña Nieto debe concretar su propuesta, que incluirá apertura a la inversión privada y cambios en la Carta Magna para que sea una reforma real y no estética. El Partido de Acción Nacional (PAN) parece dejarse querer por el Partido Revolucionario Institucional (PRI, actual gobernante) necesita sus votos para llevar a buen puerto la iniciativa.

Aunque no cuenta con el apoyo de toda la oposición, pues la Izquierda considera que el deseo del Gobierno es privatizar Pemex. Se muestran de acuerdo con la necesidad de modernizar la petrolera, pero rechazan su privatización y la modificación de la Constitución. Jesús Zambrano, el líder nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD) ya ha advertido al PRI y al PAN que una reforma sin el consenso de todas las fuerzas políticas generará una desestabilizadora explosión de manifestaciones y protestas callejeras.

La prensa ha hablado de la necesidad de que la reforma energética y la fiscal lleguen a buen puerto, pues son esenciales para la supervivencia del Pacto por México, que incluye no privatizar la empresa petrolera, de ahí el recelo de muchos a la entrada de empresas privadas extranjeras.

Por otro lado, el Gobierno ha anunciado que subirá los impuestos a los ricos e impondrá por primera vez el Impuesto de Valor Añadido (IVA) a medicinas y alimentos, aunque productos básicos como frijoles, tortilla, huevos y medicamentos de uso más frecuentas quedan fuera de ello.

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