Un día después de los atentados de Boston, y mientras Barack Obama y el FBI prometen encontrar a los culpables, la sociedad estadounidense se pregunta quién ha podido ser el responsable de las tres bombas que estallaron durante la maratón de la ciudad. Muchos analistas apuntan a la extrema derecha nacional, y no a un enemigo externo. Un día después de los atentados de Boston, y mientras Barack Obama y el FBI prometen encontrar a los culpables, la sociedad estadounidense se pregunta quién ha podido ser el responsable de las tres bombas que estallaron durante la maratón de la ciudad. Muchos analistas apuntan a la extrema derecha nacional, y no a un enemigo externo.
En EEUU hace tiempo que el término terrorista se asocia, de un modo u otro, al islamismo radical. Por eso Obama evitó utilizar esa palabra en su discurso. Porque todo parece indicar que el atentado se perpetró dentro de las fronteras estadounidenses por estadounidenses. Y la extrema derecha se postula como el principal candidato a protagonizar la actuación, a la espera de que alguien reivindique la colocación de las bombas o de que las fuerzas de seguridad avancen en sus investigaciones.
¿Por qué la extrema derecha? Son tres los motivos que se esgrimen desde portales como The Daily Beast o NewsBusters. Uno alude a la metodología y los otros dos a las posibles causas.
En la cuestión metodológica se habla de que las bombas no han sido lo suficientemente poderosas como para haber sido montadas y activadas por gente cercana a Al Qaeda u organizaciones similares, además de que parece haberse descartado la presencia de ningún terrorista suicida en el hecho. Es cierto, no obstante, que la red de terrorismo islámico editó hace unos días un vídeo sobre cómo fabricar artefactos caseros con la intención animar a «lobos solitarios» a actuar en sus respectivas zonas.
De las dos principales causas que sostienen que los autores tienen relación con la extrema derecha estadounidenses, la primera se basa en el lugar en el que estaban colocadas las bombas: los últimos 100 metros de la maratón estaban destinados a honrar la memoria de las víctimas de Newtown, acribilladas a balazos por un joven hace varios meses. La masacre de Newtown ha conseguido abrir de nuevo el debate sobre la libertad de poseer armas, una libertad que defiende con intensidad buena parte de la derecha estadounidense.
La segunda causa tiene que ver con la fecha: el 15 de abril es el Tax Day, o el Día de los Impuestos, en castellano. Es conocida la animadversión que la extrema derecha estadounidense alberga contra el Estado. Así pues, en su versión más radical, algún núcleo o algún terrorista solitario afín a esta tendencia pudo haber decidido protestar contra la existencia del Estado atentando en el Día de los Impuestos.
