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La presidenta de Argentina le hace un guiño a la jefa del FMI

El Fondo Monetario Internacional presiona desde hace tiempo a Argentina para que se el país sudamericano incremente la rigurosidad y la fiabilidad de los datos económicos que aporta, a los que se ha puesto en duda en repetidas ocasiones. Cristina Fernández, presidenta argentina, ha cedido finalmente y ha prometido al organismo internacional que las autoridades argentinas trabajarán estrechamente con el personal técnico del FMI para mejorar la calidad de los datos. El litigio entre ambas partes se centra en los números del Índice de Precios al Consumo (IPC) y el Producto Interior Bruto (PIB), que según la institución financiera no son todo lo rigurosos que deberían. Curiosamente, el buen entendimiento entre Cristina y el FMI se hace patente tras la toma de posesión de Christine Lagarde como nueva directora del organismo. El Fondo Monetario Internacional presiona desde hace tiempo a Argentina para que se el país sudamericano incremente la rigurosidad y la fiabilidad de los datos económicos que aporta, a los que se ha puesto en duda en repetidas ocasiones. Cristina Fernández, presidenta argentina, ha cedido finalmente y ha prometido al organismo internacional que las autoridades argentinas trabajarán estrechamente con el personal técnico del FMI para mejorar la calidad de los datos. El litigio entre ambas partes se centra en los números del Índice de Precios al Consumo (IPC) y el Producto Interior Bruto (PIB), que según la institución financiera no son todo lo rigurosos que deberían. Curiosamente, el buen entendimiento entre Cristina y el FMI se hace patente tras la toma de posesión de Christine Lagarde como nueva directora del organismo.

A cambio del gesto de Cristina, el FMI ha acordado otorgar a la nación argentina otros 180 días para que lleve a cabo las mejoras prometidas. El periodo de tiempo sobrepasa las elecciones argentinas de octubre, en las que la presidenta se juega la reelección (aunque según todos los sondeos, la tiene asegurada), por lo que la concesión puede entenderse como un balón de oxígeno para Argentina.

El FMI, en un comunicado, ha señalado que ha recibido “con agrado el compromiso formulado recientemente por las autoridades argentinas de trabajar estrechamente con el personal técnico del FMI para mejorar la calidad de los datos reportados por Argentina sobre el IPC-GBA [Índice de Precios al Consumidor del Gran Buenos Aires] y el PBI, de modo tal que la provisión de dichos datos se torne consistente con el cumplimiento de las obligaciones establecidas en el Convenio Constitutivo del FMI y se implementen las medidas apropiadas en base a las conversaciones que las autoridades están sosteniendo con el personal técnico del FMI”.

Aunque el comunicado no lo afirma explícitamente, el organismo internacional podría tomar medidas contra Argentina si finalmente tras la prórroga la nación no mejora la calidad de sus datos económicos. “El Directorio Ejecutivo decidió reunirse nuevamente dentro de un plazo de 180 días para evaluar el progreso alcanzado y decidir sobre las medidas que sean necesarias en base a las recomendaciones del personal técnico del FMI”, reza el texto, que puede entenderse como una velada amenaza de sanciones a Argentina si ésta no cumple su parte del trato.

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