La relación entre Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de Argentina, y el Fondo Monetario Internacional ha sufrido distintos altibajos y en la actualidad se encuentra en un gran bajo, tras la crítica de Fernández a las políticas monetarias que está llevando el FMI para acabar con la crisis. La relación entre Cristina Fernández de Kirchner, presidenta de Argentina, y el Fondo Monetario Internacional ha sufrido distintos altibajos y en la actualidad se encuentra en un gran bajo, tras la crítica de Fernández a las políticas monetarias que está llevando el FMI para acabar con la crisis.
En la clausura de la XVII Conferencia Industrial, organizada por la Unión Industrial Argentina, la mandataria argentina criticó el modelo neoliberal, al Fondo Monetario Internacional y la tolerancia a la «anarquía del capitalismo financiero».
«Se intenta la fórmula de no tocar utilidades o preservar utilidades, fundamentalmente en el sector financiero, y que la crisis la paguen los que menos tienen», aseguró Fernández, advirtiendo que esa fórmula hará que las naciones acaben «como terminó en Argentina en 2001».
En su discurso, la Jefe de Estado pidió inteligencia a todos los sectores productivos y políticos del país y criticó las dificultades que interpone el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para el traspaso del sistema de subterráneos.
“Queremos hacer cumplir las leyes, los acuerdos y la lógica”, dijo la jefa del Estado y subrayó que “no le estamos pidiendo que vayan a hablar con el FMI, sino sólo que se hagan cargo de los subtes”.
Hace poco más de un mes parecía posible una posible ‘reconciliación’ entre el FMI, Estados Unidos y Argentina. De hecho, tras la victoria de Cristian Fernández en las presidenciales, Barack Obama se puso en contacto con ella para reunirse en la cumbre del G20 que tuvo lugar a principio de este mes en Cannes, Francia.
Allí, Obama instó a Fernández a «cumplir con sus obligaciones internacionales», subrayándole “la importancia de que su país pague sus deudas pendientes con los acreedores internacionales, así como de mantener un clima de inversiones transparente y justo que subraye el grado en que la inversión extranjera es crítica para la economía argentina».
Obama le advirtió a la presidenta argentina de que si no cumplía con estas obligaciones, su Gobierno le impondría nuevas sanciones comerciales. Por otro lado, Christine Largarde, presidenta del FMI, ya ha advertido en varias ocasiones que Argentina es uno de los posibles países que se podían verse afectados por la crisis mundial el próximo año.
Por lo que parece que todo continúa igual y que el rifirrafe entre el país sudamericano y la organización internacional va para largo.
