La prensa cubana ha ‘excluido’ en sus informaciones sobre la visita oficial que realiza a la Isla el ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, cualquier referencia al que es el principal motivo del viaje, según la versión del propio canciller: la negociación entre La Habana y la Iglesia Católica sobre el futuro de los presos políticos. La prensa cubana ha ‘excluido’ en sus informaciones sobre la visita oficial que realiza a la Isla el ministro de Exteriores español, Miguel Ángel Moratinos, cualquier referencia al que es el principal motivo del viaje, según la versión del propio canciller: la negociación entre La Habana y la Iglesia Católica sobre el futuro de los presos políticos.
El diario Granma y Prensa Latina señalan que el titular de Exteriores español se reunirá con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, y destacan la importancia de las relaciones comerciales con España. “Los intercambios económico-comerciales bilaterales de mayor importancia están relacionados con la administración hotelera y la importación de maquinarias y equipos industriales”, aclaran.
En España, sin embargo, los medios dan por hecho que el diálogo entre la Iglesia y el Gobierno de Raúl Castro para acordar la libertad de los presos políticos será el asunto clave de la visita de Moratinos. Es más, el digital conservador Hispanidad.com asegura que el ministro de Exteriores podría acordar con las autoridades cubanas la deportación de todos los presos, que se repartirían entre España, Francia e Italia.
De hecho, al anunciar su viaje en una radio española, el propio Moratinos, aseguró que su objetivo de “acompañar” las gestiones emprendidas por la Iglesia cubana ante el Gobierno de la isla para mejorar la situación de los presos de conciencia y afirmó estar seguro de que “habrá resultados positivos para los derechos humanos”.
En la agenda de Moratinos en su visita de tres días en Cuba se encuentran varia reuniones e incluso puede que llegue a verse con Raúl Castro, aunque no hay nada confirmado. Lo que sí hará el jefe de la diplomacia española es reunirse con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, y se entrevistará con el arzobispo de La Habana, el cardenal Jaime Ortega. El arzobispo ha tenido un papel activo en las liberaciones de los dos últimos presos de conciencia: Ariel Sigler y Darsi Ferrer, así como en el acercamiento de otra docena a cárceles más próximas a sus familias.
A pesar de la importancia de su agenda, Moratinos ha pedido que se esperen grandes avances porque “los procesos en cada país tienen sus ritmos”, aunque sí ha recalcado que “cada vez hay un debate mayor en Cuba” sobre estos presos. El ministro ha insistido en “respetar” que sea el Gobierno cubano el que “lidere sus procesos de reforma”, aunque “tenemos que estar presentes”.
El ministro de Exteriores ha mostrado su preocupación por el estado de salud del disidente cubano Guillermo Fariñas que se encuentra hospitalizado por los cuatro meses que lleva en huelga de hambre.
“Se ha intentado todo” para tratar de convencer a Fariñas a que deje la huelga de hambre, ha insistido Moratinos a la vez que recordaba los esfuerzos en este asunto de la Iglesia, las ‘Damas de Blanco’ y el Gobierno español. “Creo que se pueden conseguir cosas sin necesidad de acudir a ese sistema, ha habido dos liberaciones”, ha recalcado el ministro sobre si apoya o no la decisión tomada por el disidente.
