Aunque la mandataria brasileña se esfuerza por mantener los precios bajo control, su política no convence a todos. Un grupo de economistas brasileños ha analizado la gestión del Gobierno frente a la crisis mundial, que se inició en EEUU en 2008, en un estudio sobre los Dilemas de la Nueva Política Económica. Estos expertos han afirmado que, aunque ha aumentado el proteccionismo, existe una tendencia a convivir con la inflación en vez de luchar contra ella. Aunque la mandataria brasileña se esfuerza por mantener los precios bajo control, su política no convence a todos. Un grupo de economistas brasileños ha analizado la gestión del Gobierno frente a la crisis mundial, que se inició en EEUU en 2008, en un estudio sobre los Dilemas de la Nueva Política Económica. Estos expertos han afirmado que, aunque ha aumentado el proteccionismo, existe una tendencia a convivir con la inflación en vez de luchar contra ella.
Edmar Bacha, uno de los precursores del plan de estabilización económica brasileño de 1994 para controlar la hiperinflación, y Mónica de Bolle, profesora de la Universidad PUC- Río, ha afirmado en su estudio que aunque los presidentes Dilma Rousseff y su predecesor, Luiz Ignacio Lula da Silva, han tratado de fortalecer el papel del Estado desde 2008, año en el que se inició la crisis mundial y en el que comienza esta investigación, sus ejecutivos han sido más “complacientes con la inflación”
De hecho, el Boletín de Focus prevé que la inflación, que según datos de The Economist Intelligence Unit (EIU) hace un año se situaba en el 4,8%, sea de 6,02% para 2011 y un 5% para el 2012. Porcentajes que superan los pronósticos que se habían establecido para estos años.
Estos expertos han cuestionado la validez de los mecanismos que ha empleado el Gobierno en su lucha contra el aumento de precios. Mónica de Bolle ha señalado que en Brasil se están utilizando una variedad de instrumentos para hacer frente a la inflación, cuando ya había un instrumento, la política de tipos de interés, para hacer frente a este problema.
Los economistas consideran que el Gobierno brasileño ha empleado una serie de instrumentos para disfrazar el control de la inflación. Asimismo, hay ciertas reticencias para permitir que otros agentes se incorporen en esta lucha.
Sin embargo, estos expertos no consideran preocupante la situación de Brasil. La profesora de la Universidad PUC-Río ha comparado la realidad brasileña de la actualidad con la de los años 70 y ha explicado que la inflación del país entonces era más elevada y además existía mayor deuda externa.
