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La policía chilena reprime con dureza una manifestación estudiantil

Los carabineros han cargado contra una manifestación de estudiantes chilenos cuyo recorrido no estaba autorizado. La policía ha empleado gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los congregados en el centro de Santiago. Los carabineros han cargado contra una manifestación de estudiantes chilenos cuyo recorrido no estaba autorizado. La policía ha empleado gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los congregados en el centro de Santiago.

La marcha se ha convertido en un batalla campal entre estudiantes y policías, que se ha saldado con decenas de detenidos, entre un periodista de Chilevisión. Los estudiantes se han enfrentado a los carabineros lanzando piedras, instalando barricadas y destrozando mobiliario urbano en distintos puntos de la capital.

La portavoz de la Confederación de estudiantes de Chile (Confech), Camila Vallejo, ha denunciado a través de su cuenta de Twitter la violencia utilizada por los carabineros contra los manifestantes. “La represión y la violencia de hoy carece de precedentes; es inaceptable; el gobierno no deja de burlarse de nuestro pueblo”, ha declarado.

La marcha había sido convocada a través de Twitter a las 10:30 en la Plaza Italia. Poco después de esta hora, la policía ha hecho acto de presencia y ha instado a los allí congregados que abandonasen la zona, debido a la ilegalidad de la convocatoria. Posteriormente, los carabineros han comenzado a reprimir la manifestación.

Esta manifestación ha tenido lugar un día después de que los estudiantes anunciaran el abandono en las negociaciones que mantenían con el Gobierno. Según Vallejo, el motivo ha sido la falta de propuesta del gobierno y la inexistente voluntad de avanzar en temas de fondo como es la gratuidad de la educación.

La Confech ha anunciado que para retomar las negociaciones sería necesario que el Gobierno presentara una nueva propuesta sobre la gratuidad de la educación y recibieran una nueva invitación para incorporarse a las manifestaciones.

Por su parte, el Gobierno ha afirmado que no consideran como fracaso el abandono en las negociaciones de los estudiantes y que no van a implantar un sistema de gratuidad de la educación, ya que de ello se beneficiaría los más ricos.

El ministro de educación, Felipe Bulnes, ha recalcado la necesidad de «focalizar la gratuidad», para que se beneficien sólo aquellos que no pueden costearse sus estudios y no que “los pobres subsidien a los ricos”. Además ha criticado la decisión de los estudiantes de abandonar las negociaciones, afirmando que sus decisiones afectan a un colectivo más amplio.

Por último, los estudiantes secundarios han convocado un paro nacional el próximo 19 de octubre, mientras que la Confech se reúne el próximo sábado para establecer los siguientes pasos a seguir.

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