La amenaza desinversora que parece avecinarse sobre en Banco Sabadell del que hace no tanto tiempo fue uno de sus salvadores, lleva al organismo a la cola del Ibex 35. La retirada parcial del inversor colombiano Jaime Gilinski procura a la entidad financiera nueve semanas consecutivas en retroceso. La amenaza desinversora que parece avecinarse sobre en Banco Sabadell del que hace no tanto tiempo fue uno de sus salvadores, lleva al organismo a la cola del Ibex 35. La retirada parcial del inversor colombiano Jaime Gilinski procura a la entidad financiera nueve semanas consecutivas en retroceso bursátil.
Por el momento, el empresario latinoamericano ha reconocido una participación más baja de la que se le atribuía. En la junta de accionistas celebrada por el Sabadell el pasado viernes, Gilinski llegó con una cartera por poco más del 5% de la entidad vallesana, cuando los registros oficiales le atribuían un 7,5% de su accionariado. Un movimiento que, antes de producirse una nueva edición del dividendo elección de la entidad, se entiende como un paso por caja parcial.
La retirada del que es el mayor accionista individual del banco ha tenido un mayor efecto sobre su cotización al conocerse que, según publica El Confidencial, la espantada completa podría estar más cerca que lejos. El rotativo apunta a que el colombiano estaría en plena gira por distintos centros financieros para intentar colocar entre inversores oportunistas el paquete que aún mantiene en el presidido por Josep Oliu, al que dio explícitamente su apoyo en la reciente junta de accionistas.
Gilinski se convirtió, junto con el mexicano David Martínez, en protagonista indiscutible del reflote del Sabadell en el año 2013, cuando irrumpieron con una abultada inversión en una ampliación de capital determinante para mejorar la solvencia del banco. Ahora, su posible desinversión ahuyenta a los inversores como los atrajo su llegada, y más en el periodo de mayor volatilidad que suele marcar el plazo de negociación de derechos de la emisión liberada de nuevas acciones a cuenta de su scrip dividend, que comenzó ayer mismo.
En las últimas nueve sesiones, la entidad acumula un descenso del 17% que ha llevado a sus acciones desde los 1,702 euros a los 1,416 por acción. El descenso ha sido más acusado en las últimas sesiones precisamente a consecuencia del descuento de la operación de ampliación de capital en hasta 20 millones de euros para el reparto de dividendo. Este miércoles, también caen sus derechos que han llegado a ceder un 4,65% en los cruces más bajistas.
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