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La dimisión del ministro de Deportes dispara las dudas sobre la capacidad de Brasil para organizar el mundial de fútbol

La renuncia del ministro de Deportes brasileño, Orlando Silva, encargado de supervisar los preparativos del mundial de Fútbol 2014, ha aumentado las dudas de que Brasil sea capaz de poder llevar a cabo este evento deportivo. La renuncia del ministro de Deportes brasileño, Orlando Silva, encargado de supervisar los preparativos del mundial de Fútbol 2014, ha aumentado las dudas de que Brasil sea capaz de poder llevar a cabo este evento deportivo.

Silva anunció su renuncia esta mañana, al estar acusado de participar de recibir millones de dólares a cambio de contratos para promover el deporte entre jóvenes pobres. El ministro ha negado las acusaciones, afirmando que «no existen pruebas concretas» en su contra. «Decidí salir del gobierno para poder defender mi honra», ha señalado.

Esta dimisión ha provocado que salgan a la luz de nuevo las dudas de que Brasil sea capaz de desarrollar la Copa de Fútbol, ya que varios expertos han señalado que las obras no estarán acabas para el evento.

«Esas obras están absolutamente atrasadas», afirmó Carlos Vainer, profesor de planeamiento urbano y regional de la Universidad Federal de Río de Janeiro, en declaraciones a BBC Mundo.

Además, existen temores de que los costos de organización, cuya cifra exacta aún no se sabe, se multipliquen debido a los retrasos en obras y lo que algunos ven como falta de transparencia.

Por otro lado, el jefe de la Confederación Brasileña de Fútbol y presidente del comité organizador del Mundial 2014, Ricardo Teixeira, está siendo investigado por la policía por presunto lavado de dinero.

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