Las autoridades estadounidenses del estado de Virginia han declarado la emergencia en toda la región tras un vertido químico en el río Elk que procede de una fábrica de tratamiento de carbón que pertenece a la empresa Freedom Industries. Las autoridades estadounidenses del estado de Virginia han declarado la emergencia en toda la región tras un vertido químico en el río Elk que procede de una fábrica de tratamiento de carbón que pertenece a la empresa Freedom Industries y que ya ha afectado a 300.000 personas.
Los ciudadanos se han visto sin la posibilidad de usar agua corriente por precaución ante la contaminación del agua del río en el que se vertieron 20.000 litros del componente químico ‘Methanol’ que ha contaminado una central de suministros de agua, obligando a escuelas, tribunales, restaurantes, hoteles y otros negocios a cerrar sus puertas. Esta ha producido que se agoten las reservas de agua embotellada en muchos supermercados.
Es el tercer día consecutivo que las familias tienen que acudir al centro de distribución de agua purificada para poder llevar a cabo tareas como cocinar, ducharse o poder beber. Además, más de 20 personas han sido hospitalizadas al entrar en contacto con el líquido
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