La crisis de deuda soberana de la zona del euro ha alcanzado a la locomotora de Latinoamérica. La economía brasileña se estancó en el tercer trimestre, según los datos oficiales del Gobierno que ha recortado a la baja por cuarta vez la previsión del PIB para el conjunto del año. El ejercicio cerrará con un crecimiento del 3,2%, un dato que contrasta con el 7,5% de 2010. La crisis de deuda soberana de la zona del euro ha alcanzado a la locomotora de Latinoamérica. La economía brasileña se estancó en el tercer trimestre, según los datos oficiales del Gobierno que ha recortado a la baja por cuarta vez la previsión del PIB para el conjunto del año. El ejercicio cerrará con un crecimiento del 3,2%, un dato que contrasta con el 7,5% de 2010.
Brasil tuvo crecimiento cero en el tercer trimestre del año en relación a los tres meses anteriores y un avance de 2,1% en relación al mismo período de 2010, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). En los nueve primeros meses del año, el PIB del país ha avanzado un 3,2%.
En el estancamiento del pasado trimestre incidieron varios factores, aunque el Gobierno considera que los fundamentales han sido la crisis de EEUU y la de deuda en Europa, que han debilitado la demanda y la inversión. Pero también el consumo interno se ha resentido tras las subidas de tipos y los ajustes fiscales adoptados a principios de este año, que pretendían contener la inflación.
El IPC se situó en octubre en el 6,97% en tasa interanual, muy por encima del objetivo oficial del 4,5%, pero los analistas esperan que la tendencia sea a la baja.
Para 2012, el Gobierno de Dilma Rousseff apostaba a un crecimiento de 5%, impulsado por la reducción de las tasas de interés desde fines de agosto y paquetes de rebajas fiscales e incentivos a la industria. Pero ahora ha recortado también la proyección y lo descarta que el crecimiento del PIB se limite al 4%.
