La cuarta cadena de cines del mundo, la mexicana Cinépolis, quiere ampliar su negocio en Brasil abriendo 500 salas en los próximos cuatro años atraída por una pujante clase media y una baja densidad de pantallas por habitante en la mayor economía de América Latina, según informó un ejecutivo de la empresa. La cuarta cadena de cines del mundo, la mexicana Cinépolis, quiere ampliar su negocio en Brasil abriendo 500 salas en los próximos cuatro años atraída por una pujante clase media y una baja densidad de pantallas por habitante en la mayor economía de América Latina, según informó un ejecutivo de la empresa.
En un momento en el que la industria audiovisual está en sus horas más bajas, sobre todo en Europa, parece que la industria cinematrográfica está viviendo su mejor momento en América del Sur, y especialmente en Brasil. Latinoamérica es uno de los principales mercados de esta industria, que empieza a expandirse en esta región.
Cinépolis desembarco hace dos años en el país carioca y se ha consolidado como la cuarte cadena de cines del país. «Brasil es un vector de crecimiento, un canal donde vamos a crecer mucho», afirmó el presidente de Cinépolis do Brasil, Eduardo Acuña a Reuters.
La empresa de estudios de mercado IBOPE Inteligência, señala en un informe que los brasileños gastarían alrededor de 1.000 millones de dólares (737 millones de euros) en ir al cine en el 2011. A ello se le une la baja densidad de pantallas, que hace de Brasil un terreno relativamente virgen para la empresa mexicana, la mayor cadena de cines fuera de Estados Unidos.
Pero no todos son buenos aspectos, ya que Acuña señala que son muy latos los costos de instalar un negocio de estas características en el país asociados a la apreciación del real, a la burocracia y al complejo sistema fiscal. «Financieramente todo en Brasil es muy caro. Un cine en Brasil nos está costando más o menos un 80 por ciento más que en México y el retorno no es tan rápido», subrayó.
