A veces lo máxima capacidad de expresión se concentra en los formatos más sencillos. Una voz, una guitarra y también quizá un bajo y una batería. El trío de ritmo básico. Esos son los formatos elegidos por el músico uruguayo Javier Vázquez para hacer llegar sus creaciones al público. A veces lo máxima capacidad de expresión se concentra en los formatos más sencillos. Una voz, una guitarra y también quizá un bajo y una batería. El trío de ritmo básico. Esos son los formatos elegidos por el músico uruguayo Javier Vázquez para hacer llegar sus creaciones al público.
Su primer disco, recién publicado, se llama ‘Fe’ y es el resultado de una década de duro trabajo bajo la premisa del ensayo y el error. Un camino, a veces florido y muchas otras espinosa, en el que Javier recorrió intensamente las autopistas del blues, en busca de su lugar bajo el sol.
Con el tiempo alcanzó a completar una interesante colección de canciones y se dispuso a grabarlas. Un empeño en el que ha contado con la ayuda del productor y teclista Nicolás Arnicho, Federico Righi en el bajo, Javier Cardellino a la batería y Mauricio Clavijo en las percusiones exóticas.
Con referencias tan elevadas como los trabajos más interesantes de Eric Clapton y alguna exquisitez, en forma de arreglos de cuerda, para arropar los temas, finalmente la esencia del disco reside en la combinación de los textos y las melodías. Un cocktail sincero y que habla corazón a corazón.
Aunque los años pasados como guitarrista de blues también imprimen carácter y dan estilo. Por eso Vázquez puede presumir de poseer un interesante y austero sonido de guitarra, y de manejarse bien sobre el mástil a la hora de fabricar riffs o dibujar solos, a veces escuetos, pero siempre esenciales.
Y eso es todo. Y también es bastante. A diferencia de otros artistas nuevos, este guitarrista, compositor y cantante, se mantiene en un terreno clásico, para crear desde allí un universo sonoro que le pertenece y quiere compartir con sus oyentes.
