Torquato Jardim ha descartado también que el presidente no electo pueda abandonar o ser desalojado del poder antes del 1 de enero de 2019. Pese a los escándalos de corrupción en torno al Gobierno de Michel Temer, que estrechan su cerco sobre el propio presidente brasileño; el nuevo ministro de Justicia, Torquato Jardim, ha descartado que el país viva una crisis «política».
A juicio de Jardim, las turbulencias que atraviesa la vida política brasileña son de naturaleza esencialmente económica y su solución pasa, por tanto, por continuar la vía de las recetas de esta índole que ha ido tomando su Ejecutivo.
Incluso cuando éstas están siendo muy polémicas como las nuevas leyes laborales o de pensiones que ya se tramitan en el Congreso, o las diferentes medidas de austeridad fiscal que incluso han quedado consagradas en la Constitución.
En su apoyo entusiasta a la ‘vía Temer’, el nuevo ministro de Justicia, según recoge EFE, incluso ha descartado que el presidente no electo pueda abandonar o ser desalojado del poder antes del 1 de enero de 2019, cuando concluye el actual período presidencial, como sin embargo sí piden ya también algunos sectores del propio ‘oficialismo’.
Todo ello pese a que la propia llegada de Jardim, hasta ahora titular de la cartera de Transparencia, a su nueva responsabilidad se debería a que, según el diario O Globo, el anterior ministro de Justicia, Osmar Serraglio, ?está en la mira de las investigaciones de la operación ?Carne Fraca? (Carne Débil)?.
Otro escándalo destapado en marzo por el que se supo que las grandes empresas cárnicas del país sobornaban a fiscales sanitarios para que permitiesen la entrada en el mercado de carne en mal estado o adulterada.
Y, precisamente, es una de esas empresas, el grupo JBS la que ha acusado a Temer de recibir sobornos desde 2010, junto a otros 1.828 políticos de 28 partidos diferentes a cambios de ?favores? para la compañía. Además, han aportado una grabación en la que, supuestamente, el presidente no electo avala el pago de sobornos al ex titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha.
El objetivo de estos últimos pagos a Cunha sería comprar el silencio del viejo alidado de Temer, actualmente preso igualmente por corrupción, y quien, desde su anterior cargo, jugo un papel decisivo en el proceso que llevó a la destitución de la presidenta electa Dilma Rousseff.
Jardim tendrá a partir de ahora, bajo su dirección a la Policía Federal, que junto con el Ministerio Público y el Supremo Tribunal Federal (STF), está al frente de las investigaciones anticorrupción.
