Una huelga en el sector salud y el bloqueo del santuario inca de Machu Picchu, principal atractivo turístico del país, resaltan hoy en Perú, junto a un diálogo con nativos amazónicos que protagonizan una larga protesta. Una huelga en el sector salud y el bloqueo del santuario inca de Machu Picchu, principal atractivo turístico del país, resaltan hoy en Perú, junto a un diálogo con nativos amazónicos que protagonizan una larga protesta.
La huelga, por tiempo indefinido, de la Federación de Trabajadores del sistema de salud estatal se sintió principalmente en el interior y tanto en Lima como en provincias hubo concentraciones y marchas de los huelguistas.
Los huelguistas exigen mayores recursos para los hospitales, actualmente en crisis, mejoras salariales y nombramiento como estables para miles de funcionarios que trabaja temporalmente, entre otros reclamos.
El paro de 48 horas del Frente de Defensa de Machu Picchu Pueblo -población ubicada al pie de la montaña sobre la que se yerguen las ruinas incas de piedra- obligó a las empresas ferroviarias a suspender sus servicios hasta el lugar.
Radioemisoras de Cusco, región surandina donde se encuentra el santuario inca, estimaron que aproximadamente un millar de turistas, en su mayoría extranjeros no pudieron visitar las ruinas.
La población en paro exige mejor servicio ferroviario para los lugareños, pues tienen privilegios los visitantes, y mayores beneficios de la intensa actividad turística.
Entretanto, continúa un diálogo de pronóstico reservado entre el gobierno y cerca de un centenar de ‘apus’ (líderes) de comunidades indígenas de la Amazonía, en busca de solución a la protesta que estas mantienen desde el primero de septiembre.
Los nativos demandan compensación por los daños sufridos por sus tierras por derrames de petróleo del estatal oleoducto norperuano y llegaron ayer a Lima en un avión militar enviado por el Gobierno.
Los amazónicos aceptaron dialogar en Lima con el primer ministro, Fernando Zavala, tras ser persuadidos de dar una tregua de cinco días y desistir de la exigencia de que las conversaciones sean en la localidad selvática de Saramurillo, que concentra la protesta.
Los ‘apus’ visitaron la comisión de Pueblos Andinos y Amazónicos del Parlamento y criticaron ayer lo que consideran desidia y falta de reflejos del Gobierno para solucionar el conflicto, cuyos representantes alegan que los derrames son un problema heredado de anteriores gobiernos.
El presidente de Federación de Pueblos Indígenas Achuar y Urarinas del Rio Bajo Corrientes, Daniel Sabolla, exigió al Ejecutivo que resuelva el conflicto, aunque señaló que los nativos han perdido la confianza en la Oficina Nacional de Diálogo, instancia oficial para conflictos sociales.
El parlamentario progresista Marco Arana recordó que el presidente Pedro Pablo Kuczynski dijo en una reciente entrevista en la radio que entre los líderes amazónicos hay delincuentes y extorsionadores, por lo que consideró contradictorio que ahora el Gobierno dialogue.
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