Hernández abre la puerta a una salida negociada con la oposición

Busca aliviar la crisis política que atraviesa el país desde las muy polémicas elecciones presidenciales en las que, oficialmente, salió reelegido.

El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ha anunciado su intención de comenzar a preparar el terreno para entablar un diálogo con la oposición que contaría con la presencia de mediadores, en principio, nacionales. Busca así aliviar la crisis política que atraviesa el país centroamericano desde las muy polémicas elecciones presidenciales en las que, oficialmente, salió reelegido.

Y es que, debido a las manifestaciones violentas que se desarrollan en todo el Estado por el rechazo de la oposición a un proceso en el que consideran que ha habido fraude, Honduras va camino en las poco más de dos semanas que han transcurrido desde los comicios de la más absoluta paralización económica.

Por ejemplo, ciudades tan importantes como San Pedro Sula, clave en el suministro energético del país y en el paso de gran parte de los contenedores que tienen como destino el Caribe, así como la de mayor crecimiento industrial y comercial del país, ha estado en la práctica aíslada porque los manifestantes han estado bloqueando sus vías de comunicación.

Por ello, resulta decisivo que todo proceso negociador cuente con la aceptación de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, cuyo candidato Salvador Nasralla, considera que le robaron el triunfo electoral y acusa a Hernández de ser el artífice de la operación a través de un fraude que habría estado planificado con el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Sin embargo, tras llegar al país después de reunirse en Washington D.C. con la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Departamento de Estado norteamericano, el líder opositor ya ha declarado que el diálogo que él reclama debe partir de que «las elecciones las gané yo».

De esta forma, Nasralla enfatizó que sólo se reuniría con Hernández si éste acepta que «hay que ir a una nueva elección» ya que «de lo contrario no hay diálogo». Unas declaraciones en sintonía con las que ya había hecho en la capital estadounidense.

Allí, Nasralla señaló que Honduras está en «riesgo de caer en una guerra civil de impensados efectos», pidió a la comunidad internacional que se abstengan de reconocer a Hernández e incluso que se suspenda la ayuda externa a un Gobierno que definió como «inconstitucional».

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