Germán López y Antonio Toledo

Son, por supuesto, dos virtuosos absolutos de sus instrumentos, pero la música que producen conjuntamente el timplista Germán López y el guitarrista Antonio Toledo, no queda nunca en el territorio de las exhibiciones cirquenses. Al contrario, los matices siempre importan más que la velocidad. Son, por supuesto, dos virtuosos absolutos de sus instrumentos, pero la música que producen conjuntamente el timplista Germán López y el guitarrista Antonio Toledo, no queda nunca en el territorio de las exhibiciones cirquenses. Al contrario, se trata de una alianza en la que los matices importan más que la velocidad.

López y Toledo empezaron a trabajar juntos hace un par de años y, curiosamente, encontraron con rapidez una buena respuesta hacia su propuesta en los circuitos internacionales, tras realizar algunos ‘showcases’ frente a promotores del circuito de las ‘Músicas del Mundo’ en dos festivales Womex consecutivos celebrados en España y Hungría.

El éxito en estos certámenes fue fundamental para que el año pasado el dúo consiguiera realizar 19 conciertos en distintos enclaves repartidos por Europa, EE UU y Canadá con buena aceptación de la y el beneplácito de unos públicos abiertos a esta propuesta inédita que dibuja paisajes sonoros inéditos hasta ahora.

Una repercusión que, por cierto, aún no han obtenido en España. Pero todo llegará. De momento, el dúo ha realizado ya algunos recitales por Canarias, el lugar donde mejor se aprecia el sonido del timple, un instrumento nacido en aquellas islas que ha contado con grandes intérpretes como el fallecido José Antonio Ramos que lo popularizó en medio mundo.

Y ahora preparan una gira peninsular en la que presentarán su primer disco conjunto, titulado ‘Canela y Limón’ que fue grabado en Madrid por los dos socios, en el que ambos recrean con este nuevo formato algunas de los temas que López incluyó en sus dos discos anteriores, ‘Silencio Roto’ y ‘De Raíz’.

La intimidad camerística que aporta a los temas este nuevo formato, sirve para realzar la belleza melódica de estas piezas que, en general, ganan con la austeridad de su nuevo envoltorio. Canciones delicadas, con cierto aire folclórico, listas para convertirse en un remanso de paz necesario en medio de la tensión cotidiana. Un bocado de ‘gourmet’.

Acceda a la versión completa del contenido