La multinacional anuncia el abandono del país y que «tomará todas las acciones legales» para defender sus derechos. La multinacional estadounidense General Motors (GM) ha denunciado que las autoridades venezolanas han secuestrado su establecimiento en el centro industrial de Valencia: ?La planta de General Motors Venezolana (GMV) fue inesperadamente tomada por las autoridades públicas, evitando las operaciones normales» ha señalado la filial de la compañía en un comunicado de prensa.
Además, el gigante especializado en la producción de automóviles, camiones y motores ha denunciado también que «otros activos de la compañía, como vehículos, han sido retirados ilegalmente de sus instalaciones?.
Por ello, la empresa automotriz ha anunciado la suspensión de todas sus operaciones en Venezuela. Al mismo tiempo, los directivos de GM han tildado la medida de «arbitraria y de una confiscación ilegítima de sus activos en total desprecio de la legalidad» y que «tomará todas las acciones legales? para defender sus derechos.
La medida se produce en medio de una crisis económica, política y social que tuvo ayer uno de sus puntos culminantes con la movilización en las calles del bloque opositor que se saldó con tres muertes.
General Motors ha estado presente en Venezuela desde hace casi 70 años y a través de su filial, GMV, cuenta con casi 2.700 empleados y una red de 79 concesionarias dispersas en todo el país sudamericano.
