Fangoria

Auténticos supervivientes de varios naufragios, Olvido y Nacho, el corazón de la factoría Fangoria, aún acuden, de momento, a su cita con los fans de la música que hacen juntos y que no son necesariamente los mismos que siguen las aventuras mediáticas de la omnipresente Alaska. Auténticos supervivientes de varios naufragios, Olvido y Nacho, el corazón de la factoría Fangoria, aún acuden, de momento, a su cita con los fans de la música que hacen juntos y que no son necesariamente los mismos que siguen las aventuras mediáticas de la omnipresente Alaska.

Los años de carrera, las decepciones y los abandonos, no parecen notarse demasiado en un producto, urdido con laboriosidad tenaz que sigue empeñado en llenar las pistas de baile, pero mantiene la melancólica elegancia de su sonido evocador y sus textos ácidos e inteligentes.

Pocos letristas han volado tan alto en España como el gran Nacho Canut, nuestro auténtico Hal David, a quien casi nunca se reconoce esa precisión casi de cirujano que tiene, para diseccionar los sentimientos y reflejar en tres minutos la montaña rusa de las relaciones.

Sus historias, a veces terribles, son la verdadera esencia de un cancionero de melodías ajustadas y memorables, aliento pop y envoltorio tecnológico que ganan mucho con el paso del tiempo y que están entre las mejores que se han grabado en este país.

Luego habrá quién se encuentre más o menos cómodo con la iconografía, la imagen y las otras características que también contribuyen a darle a este dúo su particular personalidad. Pero, en mi opinión, no conviene que las hojas impidan ver el bosque, ya saben.

En los próximos días Fangoria lanzará un nuevo disco, titulado ‘Canciones para Robot Sentimentales’, el décimo de su carrera, en el que Nacho y Olvido han vuelto a contar en la producción con Guille Milkyway y Jon Klein, cuya primera pista ya puede detectarse por la Red. Búsquenla, puede que les guste más de lo que creen.

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