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El vicepresidente del Gobierno de Perú, sospechoso de corrupción, se niega a dimitir

Omar Chehade, vicepresidente segundo de Perú, se niega a dimitir, tras ser sospechoso de corrupción, a pesar de que renunció a ejercer las funciones de su cargo la semana pasada. El presidente del país, Ollanta Humala, asegura que Chehade no pertenece ya al Gobierno. Omar Chehade, vicepresidente segundo de Perú, se niega a dimitir, tras ser sospechoso de corrupción, a pesar de que renunció a ejercer las funciones de su cargo la semana pasada. El presidente del país, Ollanta Humala, asegura que Chehade no pertenece ya al Gobierno.

“No he renunciado a la vicepresidencia de la República porque considero que soy inocente, ha habido un linchamiento público hacia mi imagen personal”, ha asegurado Chehade en un programa de televisión de su país en la mañana del lunes.

Sin embargo, Humala ya da el caso por cerrado. En declaraciones aseguró que su vicepresidente “ya había dado un paso al costado” y que “no pertenecía más al Ejecutivo”.

«Legalmente él (Chehade) sigue siendo el segundo vicepresidente y la única figura posible es la renuncia y eso es lo que estamos esperando, no estas posiciones tibias», ha afirmado Luz Salgado, diputada del partido oposito Fuerza 2011.

Lo que más sorprende a la oposición es la postura de Humala, ya que parece no ‘haber obligado’ a su vicepresidente segundo que dimita o haberle dado carpetazo hace tiempo. «Si no le dice: ‘No te tengo la confianza’, está dejando la duda a todos los peruanos de que hay algo», advirtió Salgado.

Chehade ha pedido a Humala que continúe confiando en él. “Les diría (al presidente y a su mujer) que confíen en su vicepresidente, en su congresista, yo nunca los he defraudado siempre he sido una persona honesta de valores éticos, morales, que izó la bandera anticorrupción y la defensa de los derechos humanos siempre”, ha asegurado Chehade en declaraciones a un programa de televisión del país.

El segundo vicepresidente peruano es investigado por una reunión que mantuvo en un restaurante de la capital del país con tres generales de la Policía a los que supuestamente solicitó que intervinieran para favorecer al Grupo Wong en su litigio con la azucarera Andahuasi.

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