El tesorero del Partido de los Trabajadores (PT), Joao Vaccari, y otras 26 personas han sido acusados por la Fiscalía de Brasil de delitos de corrupción asociados a la compañía estatal Petrobras, lo que supone un nuevo golpe contra la presidenta Dilma Rousseff. El tesorero del Partido de los Trabajadores (PT), Joao Vaccari, y otras 26 personas han sido acusados por la Fiscalía de Brasil de delitos de corrupción asociados a la compañía estatal Petrobras, lo que supone un nuevo golpe contra la presidenta Dilma Rousseff.
El fiscal Deltan Dallagnol ha anunciado que su equipo de trabajo cuenta con “pruebas más que suficientes” de que Vaccari ha solicitado donaciones al ex director de Servicios de la petrolera estatal, Renato Duque, y a ejecutivos de empresas de ingeniería acusadas de canalizar dinero de la empresa.
Desde su punto de vista, el tesorero “estaba al tanto” de que las donaciones que pedía se generaban con sobornos. Esta información se ha sacado de los trabajadores de Petrobras encarcelados y debido a ello ha sido posible que unos 154 millones de dólares regresaran a las arcas públicas.
A modo de defensa, recuerda América Economía, el PT ha insistido en que todas las donaciones se recibieron de modo legal y la propia Rousseff ha asegurado no tener conocimiento de estos actos de corrupción que tuvieron lugar entre 2003 y 2010.
Aunque ella no lo desee, todos estos escándalos la están salpicando como muestran las manifestaciones que se produjeron el pasado domingo y que pedían su destitución.
