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El secuestro de un general colombiano rompe los diálogos de paz con las FARC

Juan Manuel Santos, presidente de Colombia

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha decidido unilateralmente, romper el diálogo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) horas después del secuestro del general colombiano Rubén Daría Alzate y de dos de sus acompañantes. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha decidido unilateralmente, romper el diálogo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) horas después del secuestro del general colombiano Rubén Daría Alzate y de dos de sus acompañantes.

Santos ha señalado que se suspende la negociación hasta que no se aclare el asunto y se liberen a estas personas. De hecho, el mandatario ha señalado que los delegados del Gobierno responsables de los diálogos no viajarán a La Habana (donde se llevan a cabo estos encuentros) como tenían planeado hacer hoy.

Como señala El País, el ministro de Defensa parece tener claro que todos los indicios apuntan a la guerrilla. “Los secuestradores son miembros del frente 34 de las FARC según la información de Inteligencia y las operaciones que se veían realizando en la zona cercana, así como el relato de los testigos presentes”, ha concretado.

Los medios de la zona, basándose en el informe militar, han señalado que Alzate paró en Las Mercedes y que fue allí donde se detuvo, a pesar de la alta presencia guerrillera a 20 minutos de Quibdo y de haber sido advertido de no hacerlo. Fue el soldado que conducía el bote en el que iba la comitiva quien dio la voz de alarma e informó de la captura del militar y sus compañeros.

Al parecer, Alzate vestía de civil en una zona peligrosa, por lo que el presidente Santos ha pedido explicaciones a la cúpula militar. El secuestro ha tenido lugar dos días después de que las FARC reconocieran que tienen en su poder a dos soldados que cayeron en sus manos en medio de combates ocurridos el pasado 9 de noviembre. La guerrilla, que considera a estos soldados “prisioneros de guerra”, sostiene que no se ha violado la orden dada por su cúpula en enero de 2012 de no volver a secuestrar con fines relacionados con extorsión.

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