El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha interpuesto una denuncia ante la Procuraduría General de la República contra los responsables de las imputaciones que le acusan de haber cometido fraude en las elecciones presidenciales. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ha interpuesto una denuncia ante la Procuraduría General de la República contra los responsables de las imputaciones que le acusan de haber cometido fraude en las elecciones presidenciales.
La situación a la que ahora se enfrenta el partido no viene sólo por parte de Andrés Manuel López Obrador, del Movimiento Progresista, sino que también el Partido de Acción Nacional (PAN) se ha unido a esta caza contra el partido de Enrique Peña Nieto.
Los priistas creen que esta alianza no es preocupante, pero si se sienten estupefactos, puesto que les sorprende “la actitud de la dirigencia nacional del PAN, que no se corresponde con lo que otros dirigentes han manifestado.”
El líder nacional del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, ha rechazado que su partido haya usado fondos ilegales para financiar la campaña y ha asegurado que la formación ha presentado copias de documentos que entregó a las autoridades en las que había aceptado haber contratado 7.224 tarjetas de prepago por más de 66 millones de pesos.
Según los documentos entregados por los priistas, esas tarjetas se utilizaron para pagar a su estructura partidista y que se pudiera mover en el país, nunca para aquello de lo que se les acusa.
Aunque los progresistas y los panistas insisten en que estas tarjetas se utilizaron en la compra de votos y exigen al Instituto Federal Electoral (IFE) no dar carpetazo a la presunta utilización de dinero ilícito en la campaña del PRI.
El presidente nacional se ha hecho portavoz de su partido y ha exigido “una pronta y exhaustiva investigación que llegue hasta las últimas consecuencias”. Además también ha solicitado que “cuando se compruebe la falsa imputación se castigue a los responsables de todo esto”.
En su intervención, el líder nacional priista estuvo acompañado por Jesús Murillo Karam, coordinador de defensa legal del voto de Enrique Peña Nieto, que aseguró que “la única imposición en todo esta sería poner al que perdió. El único fraude sería arrebatarle a la mayoría de los mexicanos su decisión”.
