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El presidente de la Bolsa, Antonio Zoido, considera que la fragmentación de los mercados supone un riesgo para las empresas

El presidente de Bolsas y Mercados Españoles (BME), Antonio Zoido, ha asegurado, durante su discurso en el tradicional almuerzo navideño de la Bolsa española, que la fragmentación de los mercados bursátiles europeos “supone un riesgo para la financiación de las empresas” ya que la división de las bolsas en numerosas plataformas está perjudicando el tamaño y la relevancia de los mercados”. El presidente de Bolsas y Mercados Españoles (BME), Antonio Zoido, ha asegurado, durante su discurso en el tradicional almuerzo navideño de la Bolsa española, que la fragmentación de los mercados bursátiles europeos “supone un riesgo para la financiación de las empresas” ya que la división de las bolsas en numerosas plataformas está perjudicando el tamaño y la relevancia de los mercados”.

Para Zoido esta situación es la que puede provocar que los mercados puedan perder liquidez y atractivo como fuente de financiación principal. La normativa actual hace difícil que una empresa pueda ver sus acciones negociadas en un mercado que ella no ha elegido, según el representante de la Bolsa.

Pero el presidente del BME ha ofrecido una solución a esto que es “exigir que los emisores tengan que dar su autorización expresa para que sus acciones se puedan negociar en otros sistemas distintos” elegidos de forma voluntaria.

Sin embargo, Zoido, considera que la crisis ha sido “una rica fuente de experiencias de aprendizaje” en la que “los mercados regulados han cumplido su papel de un modo encomiable”, a pesar de que se ha notado “bastante” el arbitraje “entre mercados regulados y MTFs que ha traído menor transparencia y discrepancias regulatorias”.

El representante de la Bolsa cree que es necesario que se revise la normativa vigente para regular de mejor manera los mercados de valores y hacerlos más transparentes. Para ello “las ideas de reforma planteadas por la Comisión Europea la semana pasada van por buena dirección”.

El presidente de BME ha asegurado también que es “ineludible” realizar reformas estructurales y “acertar en ellas” para recuperar la confianza y generar competitividad. No obstante Zoido admitió que la ejecución de estas reformas no será un antídoto que “nos libere del problema central”.

Este problema no es otro que “los desequilibrios y asimetrías estructurales de la zona del euro”, una situación que se agrava en el caso español, dada la “posición de riesgo de España en términos económicos, en especial por el elevado endeudamiento público y privado del país”. A este respecto, el presidente de BME ha destacado que “la distinta evolución de los índices bursátiles internacionales es suficientemente explícita de que algo diferente está sucediendo en nuestro país”, mientras que el Ibex 35 cae hasta un 15%, otros reflejan una evolución divergente.

Esta mala racha bursátil se debe al “peso de las dudas sobre la solvencia general del país”, según Zoido, por lo que resulta “ineludible realizar las reformas estructurales pendientes, pero es más importante acertar con ellas porque esa es la base de la credibilidad”, dado que “la circulación de la confianza es mejor que la circulación del dinero”.

Por ello, el presidente de BME ha animado a acometer aquellas reformas que den credibilidad y generen la confianza que le falta ahora al país, posibilitando así la competitividad. “Estas reformas son necesarias para corregir los errores del pasado y sentar las bases de la prosperidad futura” ha concretado Zoido, antes de recordar que “debemos trabajar para buscar el máximo consenso nacional y conseguir que nuestro país, que ha demostrado en las últimas décadas su capacidad de crecimiento, innovación y fiabilidad, retome el camino de la estabilidad”.

Frente a los problemas que acusa el país, el presidente de BME ha destacado también sus puntos fuertes en la actual situación de crisis, como el atractivo de la inversión en España, reflejado en las inversiones en deuda en posiciones largas y en el mercado de acciones, donde los no residentes son ya propietarios del 40% del valor de las empresas cotizadas, “una cifra de récord histórico”.

A pesar de que la volatilidad ha sido un personaje principal en los mercados durante este año, “la cotización en Bolsa ha permitido a un buen número de empresas españolas acceder a una financiación de calidad” ha señalado Zoido.

De hecho, hasta noviembre, la Bolsa ha negociado más de 965.000 millones de euros, lo que supone un 19% más que en los once primeros meses de 2009, mientras que el valor de las operaciones bursátiles liquidadas hasta noviembre ha mostrado una recuperación en los últimos meses y los beneficios de las empresas del Ibex 35 en los nueve primeros meses del año han mejorado en un 12,6% respecto del 2009, lo que muestra las buenas perspectivas para la inversión en Bolsa. Incluso, respecto al PER, “la Bolsa española es la más atractiva un año más”.

El presidente de BME se ha referido también a las próximas privatizaciones anunciadas por las autoridades públicas, como las de AENA y sus aeropuertos, las Loterías del Estado o el Canal de Isabel II, que a su juicio “deberían encontrar su espacio en la Bolsa, por la transparencia y valoración que ofrece el acceso de millones de inversores a escala global”, así como por “la positiva experiencia adquirida en procesos anteriores”.

Por su parte, las cajas “abordan el escenario de reforma de mayor calado de su historia” que les permitirá mejorar su solvencia “en un sector básico para la confianza de miles de personas”, ha señalado el presidente de BME, quien también ha destacado que “su futuro está en Bolsa”.

Durante su intervención, el presidente de BME ha criticado además el castigo sufrido en la Bolsa por las entidades financieras españolas, ya que “está siendo muy superior al que los datos de la evolución de sus negocios justificarían”.

Por el contrario, ha destacado los buenos resultados obtenidos en las pruebas de estrés de la banca, mejores que los de algunos competidores europeos, “sin haber recibido dinero público”. Esta desconfianza en el sistema financiero español ha hecho que éste sea un año extremadamente difícil para el sector, ya que “la crisis se ha centrado en él”.

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