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El presidente de Chile, Sebastián Piñera, quiere que el país apueste por las energías renovables

El Ministro de Economía de Chile, Ricardo Raineri Bernain, ha dicho que las inversiones que Chile hará en energía renovable durante la próxima década serán por lo menos de 8.000 millones de dólares (6.357 millones de euros). Lo que haga falta hasta que se cumpla la apuesta personal del presidente Sebastián Piñera: conseguir que en 2020, el 20% de la electricidad producida en el país proceda de estas fuentes alternativas. El Ministro de Economía de Chile, Ricardo Raineri Bernain, ha dicho que las inversiones que Chile hará en energía renovable durante la próxima década serán por lo menos de 8.000 millones de dólares (6.357 millones de euros). Lo que haga falta hasta que se cumpla la apuesta personal del presidente Sebastián Piñera: conseguir que en 2020, el 20% de la electricidad producida en el país proceda de estas fuentes alternativas.

En la cumbre sobre el cambio climático de las Naciones Unidas del año pasado, Chile se comprometió a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 20% para el año 2020. Además, el gobierno chileno planea basar el 20% de su producción energética en las energías renovables, tales como la solar, la eólica y la geotérmica, también para el mismo año. En la actualidad, sólo un 3,9% de la capacidad del sector proviene de las fuentes alternativas limpias.

Chile es uno de los países con más movimientos sísmicos del mundo, por lo que el país tiene un gran potencial para el desarrollo de la energía geotérmica, que aprovecha el calor almacenado bajo la superficie de la tierra.

Los expertos internacionales en la materia han publicado una serie de informes en los que afirman que la energía geotérmica podría dotar al país de una cantidad de 16.000 megawatios. Esta supone una cifra superior a la capacidad que el país tiene en la actualidad.

Las naciones emergentes representan el 55% del total de las emisiones globales de efecto invernadero, y han argumentado en varias ocasiones que el desarrollo económico debe venir antes que las preocupaciones ambientales.

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