El BCV sorprendió ayer martes al publicar en su web el Índice de Precios al Consumidor de junio, julio y agosto medidos con una nueva metodología que alteró las ponderaciones de los rubros que constituían el índice tradicional, según confirmó una fuente extraoficial, citada por El Nacional. El Banco Central de Venezuela sorprendió ayer martes al publicar en su web el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de junio, julio y agosto medidos con una nueva metodología que alteró las ponderaciones de los rubros que constituían el índice tradicional, según confirmó una fuente extraoficial, citada por El Nacional.
Así, la inflación de junio acabó en un 4,4%, la de julio en 4,1% y la de agosto en un 3,9%, dejando evidente el descenso en la espiral inflacionaria. Con estos nuevos datos del BCV se ha confirmado que la inflación anualizada al cierre del octavo mes se situó en un 63,4%, muy cerca al 70% que las marcas internacionales pronosticaron para el cierre de 2014.
Aunque lo más alarmante que muestra el BCV es el alza en los precios de los alimentos que al finalizar agosto se situó en un 91%, a sólo nueve puntos de considerarse una situación de hiperinflación o inflación de tres dígitos, algo sólo visto durante la crisis del sistema financiero en el Gobierno venezolano en los años 1994 y 1996.
Los nuevos datos muestran que el segundo rubro que más ha aumentado de precio en los ocho meses de 2014 es el de bebidas alcohólicas, con 83,6% de inflación, seguida de restaurantes y hoteles, con 80,3% en los últimos 12 meses. Asimismo, vestido y calzado subieron de precio 45,7% y transporte 47,9% en el último año.
