Tras las primarias del Partido de Acción Nacional (PAN), formación hegemónica de la derecha, y la victoria del moderado Gustavo Madero, todo apunta a la continuidad del diálogo con el partido del presidente mexicano Enrique Peña Nieto. Tras las primarias del Partido de Acción Nacional (PAN) , formación hegemónica de la derecha, y la victoria del moderado Gustavo Madero, todo apunta a la continuidad del diálogo con el partido del presidente mexicano Enrique Peña Nieto.
Con el nombramiento de Madero, principal artífice de los pactos con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), queda salvaguardada la alianza estratégica entre ambas organizaciones. En concreto, se garantiza la mayor agenda de reformas vivida por México en décadas.
Tras hacerse con el 57% de los votos, Madero tendió una mano al ala más conservadora de su grupo “Todos somos necesarios en esta tarea. No quiero triunfalismos ni venganzas”, fueron sus palabras exactas.
Dichas declaraciones iban dirigidas, sin lugar a dudas, a los seguidores del expresidente Felipe Calderón, aunados en torno al antiguo secretario de Hacienda Ernesto Cordero. Este grupo (recuerda El País) siempre ha apostado por hacer resistencia frente al partido gobernante.