Argentina sufre desde hace semanas graves carencias de combustible que han provocado serios problemas de abastecimiento a la población. Sin embargo, el Gobierno de Cristina Fernández se había negado a admitirlo, algo que finalmente ha hecho hoy, aunque ha culpabilizado de la situación, a través del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, a los medios de comunicación La Nación, Clarín y Perfil. Argentina sufre desde hace semanas graves carencias de combustible que han provocado serios problemas de abastecimiento a la población. Sin embargo, el Gobierno de Cristina Fernández se había negado a admitirlo, algo que finalmente ha hecho hoy, aunque ha culpabilizado de la situación, a través del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, a los medios de comunicación La Nación, Clarín y Perfil.
Según De Vido, esas tres cabeceras orquestan “campañas mediáticas” que causan pánico en los argentinos y que les llevan a acudir en masa a las gasolineras a cargar los tanques de sus vehículos, lo que, según el Gobierno, es la causa de la escasez.
«Había problemas de logística en la punta de las redes, producto de las vacaciones de invierno, de que la cosecha gruesa está en el cenit de la campaña. Siempre que empiezan las vacaciones, cuando sucede eso, dificultades logísticas, que no son falta de combustible, sino tener que esperar un poco más para cargar, se nos monta una campaña mediática diciendo que falta combustible y lo que es peor, diciendo que no va a haber, entonces la gente va y carga», ha declarado De Vido ante los medios. Según el mandatario, la situación de escasez está “claramente incentivada” por La Nación, Clarín y Perfil, tres publicaciones de diferente signo pero que comparten la animadversión del Gobierno.
«Nunca tuvimos un black-out, cuando Brasil tuvo tres en los últimos ocho años. Quieren generar sensación de intranquilidad e inseguridad en la gente. Son un macro-multimedio La Nación, Perfil y Clarín, dedicado específicamente a denostar la tarea del gobierno popular», ha acusado De Vito, quien también ha afirmado que «hay campañas mediáticas que llevan a que la gente concurra masivamente a cargar combustibles. Entonces, gran parte de la reserva de combustible de la Argentina está en los tanques de los autos y de los camiones»,
Después de que se hicieran públicos los cortes en el suministro de gas a que se exponen las grandes industrias argentinas por octavo año consecutivo, el país gobernado por Cristina Fernández se enfrenta a una escasez de gasolina que comienza a ser preocupante. Las razones del descenso en la oferta son principalmente dos: por un lado, la creciente expansión del mercado del automóvil en Argentina, consecuencia del fuerte crecimiento que experimenta el país desde hace unos años, y por otro los problemas sindicales y paros que se han sucedido en el petrolero Estado de Santa Cruz. Ahora, además, el Gobierno culpa a los medios de comunicación.
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