Los temores de Rousseff se confirman. En la primera sesión del pleno del Congreso del año ha sido recibida entre gritos y abucheos por parte de la oposición. Se esperaba una enorme tensión y que no permitieran a la presidenta presentar ni un solo recorte, la bienvenida ha sido aún más dura. Los peores temores de Dilma Rousseff se confirman. En la primera sesión del pleno del Congreso de este año ha sido recibida entre gritos y abucheos por parte de senadores y diputados opositores. Se esperaba una enorme tensión y que no permitieran a la presidenta presentar ni un solo recorte, la bienvenida ha sido aún más dura.
Allgunos de los legisladores no esperaban esta reacción. Por ejemplo, el vicepresidente Michel Temer consideraba que la medida había perdido fuerza y que ya no tenía tanta consistencia como anteriormente. Al parecer se equivocaba.
Según la prensa latinoamericana, la llegada de Rousseff al Congreso ha sido muy tensa. El diputado Paulinho da Força, del opositor partido Solidariedade, ha llegado al encuentro con una pancarta en la que podía leerse ‘Brasil no te aguanta más, vete’. Por si esto no fuera suficiente para que la mandataria se sintiera poco arropada, hasta tres veces hubo pitadas a la presidenta, como si de un mal árbitro de fútbol se tratase.
El mayor arranque se produjo cuanto la mandataria pidió a todas las fuerzas apoyo a las medidas previstas por su Gobierno para superar la crisis económica en la que se encuentra el país, sobre todo la que prevé reactivas el impuesto a las transacciones financieras, el ‘impuesto al cheque’.
La oposición no quería no oír hablar de más austeridad. Aunque Rousseff ha asegurado que estas medidas, así como las que fueron aprobadas el año pasado “darán el espacio necesario para administrar la política fiscal hasta que las reformas en el medio y el largo plazo generen sus efectos”.
