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El banco brasileño Itaú, también se convierte en accionista de YPF

El brasileño Banco Itaú es desde hoy dueño de un 3,6% de la petrolera YPF. La entidad entra en el capital de la nacionalizada por ejecución de los impagos que acumulan los Eskenazi, antiguos socios de Repsol en la argentina, del mismo modo que lo hizo hace tan solo unos días el magnate mexicano Carlos Slim. El brasileño Banco Itaú es desde hoy dueño de un 3,6% de la petrolera YPF. La entidad entra en el capital de la nacionalizada por ejecución de los impagos que acumulan los Eskenazi, antiguos socios de Repsol en la argentina, del mismo modo que lo hizo hace tan solo unos días el magnate mexicano Carlos Slim.

El cierre del grifo del dividendo en YPF que ha obligado a Repsol a recurrir por primera vez al pago de dividendo en acciones a sus inversores se está cobrando su peor parte con los Eskenazi. La familia inversora argentina se ha visto privada de la vía de ingresos con la que sufragaba los vencimientos de los créditos con los que financió su entrada en YPF como socio estratégico de Repsol a través de su vehículo de inversión Grupo Petersen.

Así, parece que uno tras otro, los prestamistas de los Eskenazi no están dispuestos a acumular impagos relacionados con la petrolera nacionalizada argentina y optan por la toma de acciones en lugar de esperar a improbables tiempos mejores. El primero en tomar este sendero fue Repsol, que tomó un 6% de YPF que obraba en manos del Grupo Petersen por impagos. Luego llegó Slim, que tomó un 8,36% de la energética a través de Inbursa e Inmobiliaria Carso, y ahora el Banco Itaú, que a través de su filial Unibanco – Gran Caimán ha ejecutado un paquete de acciones representativo del 3,6% del capital social de la antigua filial de Repsol.

La entidad carioca cuenta con importantes intereses y presencia en su vecina Argentina, donde ya desde el pasado 12 de junio se convirtió en accionista de referencia de YPF por obra de los Eskenazi, según ha comunicado la propia petrolera al regulador del mercado argentino.

Sin embargo, parte de la prensa austral más cercana a la presidenta Cristina Fernández han vuelto a presentar la operación como una apuesta del grupo financiero por la nueva gestión estatal de la compañía. Algo a lo que ya recurrieron con la entrada de Carlos Slim y que se desmiente a la luz de un documento que apunta que Itaú no tiene propósito de “obtener una participación mayor ni alcanzar el control de la voluntad social” en la intervenida por la viuda de Néstor Kirchner.

Ante este movimiento, Repsol se mostraba indiferente en la Bolsa española, donde se mantenía prácticamente plano con respecto al cierre de ayer. Los gestores que más pujaban por las compras eran los de BBVA, Intermoney y Deutsche Bank, mientras que en las ventas destacaba el papel de Barclays, Sabadell y UBS.

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