La presidenta brasileña, de visita oficial previa al encuentro de los BRICS del jueves, ha conseguido el compromiso de las autoridades chinas de que facilitarán la entrada de productos manufacturados a su mercado e invertirán en infraestructuras en Brasil tras la firma de 22 acuerdos bilaterales con su homólogo Hu Jintao. La presidenta brasileña, de visita oficial previa al encuentro de los BRICS del jueves, ha conseguido el compromiso de las autoridades chinas de que facilitarán la entrada de productos manufacturados a su mercado e invertirán en infraestructuras en Brasil tras la firma de 22 acuerdos bilaterales con su homólogo Hu Jintao.
La presidenta brasileña desea con estos acuerdos reconducir el comercio entre ambos países, excesivamente dependiente de las compras de materias primas que China realiza en Brasil, y orientarlo hacia una mayor reciprocidad. Es decir, Rousseff busca favorecer la entrada de productos elaborados brasileños en el mercado chino, muy rígido en ese aspecto. El reciente relevo en la dirección de Vale, la empresa brasileña del hierro, para orientarla hacia la producción de acero, material clave para la economía china, ha sido un guiño en ese sentido a las autoridades de la potencia asiática.
La declaración final del encuentro firmada por ambos mandatarios recoge la voluntad de China de emprender el camino deseado por Rousseff, al manifestar “su disposición de incentivar a sus empresas a ampliar la importación de productos de mayor valor agregado de Brasil». Una voluntad rubricada con el anuncio de que la potencia asiática comprará 35 aviones comerciales fabricados por la brasileña Embraer.
Como ha afirmado Rousseff ante empresarios brasileños y chinos en la clausura de un seminario de negocios celebrado en el país chino, “es bueno que hasta ahora el comercio sea petróleo, soja o minerales, pero no basta. Brasil desea agregar valor a sus exportaciones hacia un comercio sostenido. Deseamos una relación más dinámica, sofisticada y equilibrada».
Del mismo modo, China se ha comprometido a invertir en infraestructuras brasileñas, especialmente relacionadas con el sector de los transportes y la energía. Los intercambios alimentarios comunes también se verán impulsados por los nuevos acuerdos.
Dentro del inaugurado plan estratégico acordado por ambas potencias, se ha fijado una próxima visita del ministro chino de Comercio, Chen Deming, a Brasil, acompañado de empresarios y emprendedores del gigante asiático.
