El dinero que recaude el Estado con la firma de estas concesiones petroleras se destinará a inversiones en educación y salud, además de generar puestos de trabajo directos e indirectos. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, ha encabezado la firma del contrato de concesión del mayor yacimiento petrolero del país con reservas de 8.000 a 12.000 millones de barriles, a un consorcio integrado por empresas extranjeras y la estatal Petrobras, animando así a los inversores a apostar por Brasil.
«Esta es una señal clara, efectiva, concreta e inequívoca de que el país está abierto a la inversión privada nacional y extranjera», según ha declarado la dirigente durante la firma del contrato de concesión.
Esta iniciativa ha ratificado el interés del Gobierno brasileño en contar con empresarios que “quieran invertir” tanto en petróleo, como en carreteras, puertos, aeropuertos y otras infraestructuras. Asimismo subrayó que, el dinero que recaude el Estado mediante esa concesión petrolera será destinado a inversiones en educación y salud y a la constitución de un “fondo social estratégico”, que será una “garantía para la mejora de la calidad de vida” de la sociedad brasileña.
Además, este proyecto generará “millones de empleos” directos e indirectos, según ha destacado el ministro de Minas y Energía, Edison Lobao; ya que, al menos, el 59% de los equipos y servicios utilizados para la explotación del yacimiento, incluyendo plataformas marinas, gasoductos y equipos submarinos, deberá ser fabricado en el país.
