Cristina Fernández vuelve a iniciar una cruzada contra los medios argentinos que se muestran críticos con sus políticas. En este caso, la polémica la ha iniciado su ministro de Interior, Florencio Randazzo, quien ha acusado a Clarín y La Nación de “mentir” y “tergiversar” en la información relativa a las supuestas irregularidades que se denunciaron tras las elecciones primarias de agosto. Unas acusaciones a las que se han unido los ministros de Economía (Amado Boudou), de Comunicación (Juan Manuel Abal Medina) y el jefe de Gabinete (Aníbal Fernández), y ante las que la oposición al kirchnerismo ha reaccionado acusando a Cristina de querer acallar las voces críticas. Cristina Fernández vuelve a iniciar una cruzada contra los medios argentinos que se muestran críticos con sus políticas. En este caso, la polémica la ha iniciado su ministro de Interior, Florencio Randazzo, quien ha acusado a Clarín y La Nación de “mentir” y “tergiversar” en la información relativa a las supuestas irregularidades que se denunciaron tras las elecciones primarias de agosto. Unas acusaciones a las que se han unido los ministros de Economía (Amado Boudou), de Comunicación (Juan Manuel Abal Medina) y el jefe de Gabinete (Aníbal Fernández), y ante las que la oposición al kirchnerismo ha reaccionado acusando a Cristina de querer acallar las voces críticas.
Randazzo ha tenido duras palabras para ambas cabeceras. “Desde el mismo día de la elección estos medios tuvieron una clara intención de querer empañar el resultado de las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias, que registraron un nivel de participación del 78%, que le permitió a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner alcanzar más del 50% de los votos”, ha señalado a los medios. Randazzo ha puesto como ejemplo de buen trabajo periodístico a la oficial Télam, y ha señalado que ambos medios “atacan a la democracia” con su forma de informar.
Ante las duras declaraciones de Randazzo, la oposición ha reaccionado acusando a Cristina de querer acallar las voces críticas con su Gobierno y de no respetar el rol del periodismo en una sociedad democrática. Mientras, el ministro de Economía, Amado Boudou, se ha unido a su colega de Gobierno y ha afirmado que “Randazzo explicó claramente el resultado de las elecciones y tanto Clarín como La Nación realizaron un análisis sesgado, con muchas mentiras, creando un clima de crispación”.
A través de un editorial, La Nación vuelve a poner sobre la mesa esas supuestas irregularidades y mantiene su posición. “Los errores en el conteo de las primarias del 14 de agosto y otras denuncias sobre irregularidades en mesas donde no hubo una adecuada fiscalización también dejaron en evidencia la liviandad con que se suelen tratar en nuestro país cuestiones que tienen que ver con la calidad institucional”, reza el editorial, publicado el 31 de agosto.
No es la primera vez que Cristina desata una cruzada contra ambos medios. Sin ir más lejos, hace apenas unas semanas desde el Gobierno se acusó a las dos cabeceras de ser las culpables de la situación de crisis que vivieron los combustibles en Argentina, al crear situaciones de pánico en la población para perjudicar a las autoridades.
Antes de las elecciones, celebradas el 14 de agosto, el candidato a diputado por la Unión para el Desarrollo Social (UDESO) y ex fiscal anticorrupción Manuel Garrido anunció que pensaba en presentar acciones legales contra Cristina Fernández por haber participado en inauguraciones en la semana inmediatamente anterior, una acusación a la que se unieron otros miembros de la oposición, que consideraron que el comportamiento de la presidente incumplía la ley electoral. Además, tras los comicios se alzaron voces que denunciaban irregularidades en el proceso, que fueron recogidas por los dos periódicos atacados por el oficialismo.
