El buen clima económico externo que ha predominado durante el primer año del Gobierno del presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, ha hecho posible mantener la situación interna a flote. El buen clima económico externo que ha predominado durante el primer año del Gobierno del presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, ha hecho posible mantener la situación interna a flote.
Pese al déficit fiscal elevado, el cierre de la planta manufacturera de Intel y el desempleo alto, el Ejecutivo ha sido capaz de mantener el barco a flote gracias al abaratamiento de los precios del petróleo y otras materias primas, así como las bajas tasas de interés que continúan en EEUU.
La Nación considera que el buen hacer en el sector financiero por parte del Gobierno, que ha incluido un préstamo externo por 1.000 millones de dólares y canjes de deuda interna, también han sido primordiales para mantener los intereses a salvo de la borrasca.
Así las cosas, la producción crece, aunque no lo suficiente para disminuir el desempleo, y es posible sostener los gastos del Gobierno sin perder de vista el déficit financiero que sigue avanzando.
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