El mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, se ha cansado de la actitud del ex presidente colombiano, Álvaro Uribe, que le acusa de haber tenido una posición benigna con respecto a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), por lo que le ha propuesto someterse a una prueba del polígrafo para comprobar quien de los dos dice la verdad. El mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, se ha cansado de la actitud del ex presidente colombiano, Álvaro Uribe, que le acusa de haber tenido una posición benigna con respecto a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), por lo que le ha propuesto someterse a una prueba del polígrafo para comprobar quien de los dos dice la verdad.
Uribe acusó hace unas semanas a Correa de tener una «posición benigna» frente a las FARC y «generaba sospechas» de favorecerlas. A lo que el Jefe de Estado de Ecuador, ha respondido tildándole de “mentiroso y desequilibrado”.
Correa le ha propuesto a Uribe a realizarse una prueba en el polígrafo para comprobar la verdad sobre el asunto. «Yo me presento a uno 10, 50 polígrafos, detectores de mentiras, los que él (Uribe) quiera, para comprobar si he tenido algo que ver con las FARC, pero que él se presente ante los mismos polígrafos para comprobar que no tiene nada que ver con los paramilitares ni con los narcotraficantes», afirmó el mandatario de Ecuador.
Correa afirmó que “está hasta la coronilla» de que se le quiera vincular con las FARC y por ello propone acudir al detector de mentiras para zanjar cualquier discusión adicional.
El conflicto entre ambos mandatarios viene de hace más de tres años, cuando el Gobierno colombiano, liderado por Uribe, atacó un campamento clandestino de las FARC ubicado en la zona fronteriza entre ambos países de Angostura, que provocó la muerte de 26 personas, incluido el ex líder Raúl Reyes. Este hecho supuso la ruptura de relaciones bilaterales y una crisis regional.