El presidente de Ecuador, Rafael Correa, vaticina que las huelgas de indígenas y trabajadores que vive hoy el país serán un fracaso. Aunque ha avisado de los intentos de la oposición de provechar estas movilizaciones para generar caos, violencia e incidentes por todo el país. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, vaticina que las huelgas de indígenas y trabajadores que vive hoy el país serán un fracaso. Aunque ha avisado de los intentos de la oposición de provechar estas movilizaciones para generar caos, violencia e incidentes por todo el país.
Durante la jornada de hoy habrán movilizaciones tanto por parte del Frente Unitario de los Trabajadores (FUT) como de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). Sobre ellas, Correa ha vaticinado un enorme fracaso.
Así lo ha asegurado al menos en una rueda de prensa en el aeropuerto de Quito donde ha pedido a los ecuatorianos trabajar con “mucho más amor por la Patria” durante esta jornada de paralización. Para él tanto la “caravana motorizada”, como ha calificado a la marcha indígena, como el “paro” van a ser un fracaso.
En cualquier caso, ha reconocido que la jornada “será un gran desafío” para el Gobierno y para el país, porque los opositores “van a tratar de generar violencia. Esos son los riesgos, porque no tienen alternativa, porque no tienen apoyo popular”, aseguró Correa.
Correa ha asegurado no entender la razón que lleva a estos dos colectivos a quejarse cuando han sido de los más beneficiados por su Administración. Lo que quieren es “crear caos, quieren desestabilizar” y de paso “destruir lo que hemos construido. No lo vamos a permitir”, ha afirmado el mandatario.
Según él, los convocantes de la huelga no tienen derecho a impedir a aquellos que si quieren trabajar lo hagan. También se ha quejado de que aquellos que cortan los caminos y lo anuncian con “desparpajo” no entiendan las sanciones que les caerán encima tras haberlo hecho.
