Muchos de los mexicanos no están contentos con su presidente, el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto. Tal ha sido el descontento de los ciudadanos, que muchos de ellos se echaron el sábado a la calle para mostrar su rechazo al ganador de las elecciones. Muchos de los mexicanos no están contentos con su presidente, el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto. Tal ha sido el descontento de los ciudadanos, que muchos de ellos se echaron el sábado a la calle para mostrar su rechazo al ganador de las elecciones.
Al grito de “¡Peña, entiende, no eres presidente!” miles de personas se movilizaron por las calles principales de la Ciudad de México, para mostrar una vez más su descontento, puesto que consideran este triunfo una imposición de los medios de comunicación y un proceso fraudulento en el que se compraron los votos.
El primero en condenar la victoria de Peña Nieto ha sido su principal opositor en la campaña, Andrés Manuel López Obrador. Aún no ha reconocido la victoria del priista, que le venció con casi el 7% de diferencia y ha pedido el recuento total de los votos. Aunque sólo se ha accedido a contar la mitad.
Según López Obrador, Peña ha montado una operación de compra de votos que ha sido respaldada por el Partido de Acción Nacional (PAN), que si ha reconocido la presidencia de Peña, en palabras de su candidata, Josefina Vázquez Mota.
En cualquier caso, está no es la primera vez que Obrador denuncia fraude. En 2006 perdió las elecciones por un margen mucho más reducido que el actual y denunció irregularidades. Aunque no tuvo los resultados que él esperaba.
