China estudia como aumentar sus vínculos con El Salvador

Shao Yingjun, subdirectora general de América y Oceanía del Ministerio de Comercio de China, anuncia la intención del gigante asiático de fortalecer las relaciones con el país centroamericano tan solo después de que hace un mes se abriesen las relaciones diplomáticas entr

Shao Yingjun, subdirectora general de América y Oceanía del Ministerio de Comercio de China, ha anunciado la intención del gigante asiático de fortalecer los vínculos económicos y comerciales bilaterales con El Salvador tan solo un mes después de que se abriesen las relaciones diplomáticas entre los dos países.

Durante una conferencia con medios de comunicación del país centroamericano en Beijing, la funcionaria del Ministerio de Comercio de la República Popular China ha asegurado que entre las dos naciones hay «una complementariedad muy fuerte», pese a que «en este momento el comercio entre ambos países no es grande».

Según señaló Yingjun, hasta julio pasado, El Salvador importó de China 873 millones de dólares, a dónde tan sólo exportó bienes y servicios por un valor total de 83 millones; mientras que las estadísticas de la aduana china indican que en 2017, su comercio exterior total fue de 5.000 billones de dólares, un monto del que casi la mitad fueron importaciones.

En ese mismo periodo, El Salvador habría realizado exportaciones por valor de 5.760 millones e importaciones por 10.592 millones de dólares.

Con todo, hay que precisar que las conversaciones comerciales entre los dos países todavía se han inciado este mes, con lo que, de momento, aún no se ha definido una lista de potenciales productos a incluir para recibir acceso preferencial al mercado chino.

Como próximos pasos, la funcionaria china ha invitado a las cámaras de comercio de los dos países a organizar citas de negocios conjuntos. Asimismo, apuntó que una de las iniciativas bajo las que se podría enmarcar la cooperación de China con El Salvador es la de la Franja y la Ruta «de la seda».

En este sentido, apuntó que la misma contempla aspectos como «la infraestructura, el comercio bilateral, el financiamiento e intercambio entre los pueblos» como parte de un «megaplan incluye el desarrollo de corredores terrestres entre países y una ruta de navegación».

Dicho proyecto ya abarca a Asia, África, Europa oriental y América Latina y, en Centroamérica, se han unido ya Costa Rica y Panamá.

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