Tras 25 años desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet y después de cinco gobiernos democráticos chilenos el Parlamento chileno ha aprobado un sistema electoral que reemplace el binominal implantado por en Gobierno de Pinochet. Tras 25 años desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet y después de cinco gobiernos democráticos chilenos el Parlamento chileno ha aprobado un sistema electoral que reemplace el binominal implantado por en Gobierno de Pinochet.
La iniciativa se ha impulsado desde el Gobierno de Michelle Bachelet, se comprometió a movilizar su mayoría oficialista y lograr la aprobación del proyecto de ley antes del 31 de enero, cuando dé comienzo el receso legislativo.
El portavoz del Gobierno de Chile, Álvaro Elizalde, ha asegurado que tras décadas de espera al fin se ha dado un importante paso “para profundizar en nuestra democracia, el Congreso desde ahora será expresión de la diversidad social, política y cultural del país. Nunca más el 30% va a equivaler al 60%, como ocurría con las inaceptables distorsiones del binominal”.
La idea del antiguo sistema era promover la estabilidad política, pero se daban situaciones insólitas. Como se elegían solamente dos cargos por cada uno de los distritos de diputados y circunscripciones de senadores, no siempre resultaban electos los dos primeros candidatos con mayor votación, sino los primeros de cada una de las coaliciones.
Así las cosas, como señala El País, las fuerzas minoritarias lo tenían muy difícil a la hora de tener representación en el Parlamento. Dejarlo de lado ha sido una demanda que se ha dado a lo largo de los años y que ha cristalizado en un nuevo sistema con mayor proporcionalidad y representatividad que comenzará a regir en las elecciones parlamentarias de 2017.
