Chiki Lora

A veces los límites entre la rumba flamenca y la salsa, dos presuntos derivados del son caribeño, son mucho más difusos de lo que parecen. O tal vez, no, tal vez simplemente sea que hay algunos artistas capaces de nadar en ambos mares y mezclar su rítmica sabrosa. Por ejemplo, Chiki Lora. A veces los límites entre la rumba flamenca y la salsa, dos presuntos derivados del son caribeño, son mucho más difusos de lo que parecen. O tal vez, no, tal vez simplemente sea que hay algunos artistas capaces de nadar sin ningún problema en ambos mares y mezclar su rítmica sabrosa. Por ejemplo, Chiki Lora.

Al guitarrista de Canteca de Macao siempre parecían interesarle volar por las cuerdas de nylon de su guitarra de palo a la cola de esos vientos caribeños, brisas ligeras pero refrescantes, que sirven perfectamente para atenuar el impacto de esos rayos de sol sin piedad que calientan las playas lejanas.

Eso sí, interesa que corra el aire de los ‘ventiladores’ rumberos, pero sin dejar que nunca se enfríe el ambiente. Las aguas tibias y el calorcito interesan más para que brote el placer del movimiento corporal saludable. Y parece fácil, pero cuesta lo suyo. Tanto que conseguirlo no está al alcance del primer advenedizo que lo intenta.

Ahora Chiki Lora se ha lanzado a probar suerte en solitario, lejos de la cobertura y el resguardo del grupo con el que se dió a conocer. Su tarjeta de presentación se llama ‘Sumando’ y si están interesados en saborear el guiso, no tienen más que acercarse los próximos días 2 y 3 de noviembre al ‘Café Berlín’ de Madrid, donde tendrá lugar la presentación del álbum.

Allí, además, le encontrarán en compañía de unos cuantos sospechosos habituales que también trabajan con éxito esos sonidos fronterizos de ida y vuelta que aspiran a restaurar la conexión entre Andalucía, Nueva York y el Caribe, con alguna que otra parada en Filadelfia, por aquello de impregnarse de vitaminas de ‘funky’ setentero.

En la lista no están todos los que son. Pero, como dice la frase hecha, sí son todos los que están. Una guardia pretoriana que ayudará a Chiki a pasar con nota el examen de revalida, constituida por Juanito Makandé y El Canijo de Jerez, o lo que es lo mismo Estricnina, más Anita Kuruba, Tomasito y Javi Cantero. Casi nada.

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