Nacido en Monterrey, la música del cantautor mexicano Luis Gerardo Garza, más conocido como Chetes, se aleja moderadamente de sus presuntas raíces -esas intensas rancheras- para acercarse a otros mundos quizá más sutiles. Nacido en Monterrey, la música del cantautor mexicano Luis Gerardo Garza, más conocido como Chetes, se aleja moderadamente de sus presuntas raíces -esas intensas rancheras- para acercarse a otros mundos quizá más sutiles Pero igualmente pasionales, en opinión de muchos.
Lo cierto es que Chetes parece haber bebido de la fuente del pop, del gran pop latinoamericano de siempre. Con cierta predilección quizá por artistas como Charly García o Soda Stéreo, los referentes canónicos del rock nacional argentino.
Además, hay algún eco perceptible en los temas de Chetes de la fina escritura melódica y concentrada de los grandes autores británicos de los años sesenta. Lennon y McCartney, claro. Pero también el siempre mordaz y afilado Ray Davies. Los Betles y los Kinks…Nada menos.
Como ellos, este artesano de la canción ha trabajado mucho. Hasta hacer suyo un género, aparentemente, anglosajón para insuflarle vitaminas y navegar entre acentuaciones distintas e imprimir a sus temas un carácter estilístico propio.
En estos días, Chetes anuncia un nuevo disco, el quinto, que se titulará ‘Stereotipos’ y vendrá a romper un prolongado periodo de silencio que ha durado cuatro años. Un álbum, aparentemente, muy personal en el que el artista se encargado de grabar casi todos los instrumentos.
De momento, el cantante ha adelantado un par de temas, los dos primeros singles, titulados ‘Agujero Negro’ y ‘Flotar’ en los que, sin apartarse por completo de su línea habitual, sí parece mostrar una evolución hacia la madurez que, en opinión de la crítica especializada, aporta hondura y peso a su música. Pues que sea para bien.
