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Carstens en Madrid y Lagarde en Brasil, hacen campaña para presidir el FMI

Las cartas parecen echadas. Todo hace indicar que la candidata francesa, Christine Lagarde, será la próxima presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI). Su visita del fin de semana a China y el que en estos momentos le ha llevado a Brasil, buscan atar los últimos apoyos de los países emergentes. Sin embargo, Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, lanzó hoy en España, durante un encuentro organizado por la Fundación Aspen, su programa para dirigir el organismo. Las cartas parecen echadas. Todo hace indicar que la candidata francesa, Christine Lagarde, será la próxima presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI). Su visita del fin de semana a China y el que en estos momentos le ha llevado a Brasil, buscan atar los últimos apoyos de los países emergentes. Sin embargo, Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, lanzó hoy en España, durante un encuentro organizado por la Fundación Aspen, su programa para dirigir el organismo.

La ministra de Economía de Francia, Christine Lagarde, llegó este lunes a Brasil en busca de apoyo para su candidatura al FMI. La visita de Lagarde a Brasilia es la primera escala de una gira que también la llevará a India, China, Rusia y Arabia Saudita, en medio de la competencia con el otro candidato declarado, Carstens. El respaldo de Brasil, que parece probable, podría ayudar a inclinar la balanza a favor de la francesa entre los países en desarrollo, además de suavizar el descontento con la añeja práctica de que un europeo lidere el FMI.

«Estoy viniendo aquí, obviamente, para explicar mi candidatura (…) y además para escuchar lo que las autoridades brasileñas esperan del fondo y de su director gerente», declaró Lagarde a su llegada a la capital brasileña. Mientras tanto, Carstens, en un enceuntro organizado por la Fundación Aspen en Madrid, ha expuesto sus posiciones al asegurar que lo mejor para evitar rescates bancarios es reducir las posibilidades de que se produzcan, como se está haciendo en Europa con las nuevas legislaciones que elevan los ratios mínimos de capital que tienen que tener las entidades, así como las provisiones.

Para Carsten, el sector financiero necesita una regulación y una supervisión «cautelosa», la misma cautela que necesita una persona que tiene la tensión alta, ya que «no da problemas hasta que es demasiado tarde», dijo. Lo importante, dijo Carsten, es mitigar los costes de las crisis para el público. Tanto Lagarde como el mexicano vienen exponiendo cuáles son sus posturas cobre varias cuestiones que atañen al FMI.

Por el contrario, el ministro de Hacienda de Brasil, Guido Mantega, dijo este mes que el próximo jefe del FMI debería ser elegido por sus méritos más que por su nacionalidad y señaló que el aumento de la influencia de los países emergentes debía ser reconocido. Esto haría indicar que el voto de Brasil iría a parar a Carstens. Sin embargo, pese a que no lo h expresado abiertamente, distintos funcionarios han dicho en privado que el gobierno de Dilma Rousseff respaldaría a Lagarde, siempre y cuando avale reformas que den a las economías emergentes más influencia en la toma de decisiones del FMI.

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