Brasil aumentará la importación de gasolina alrededor de un 324% hasta el año 2020, como consecuencia de la reducción de etanol de caña de azúcar, según un informe del Gobierno sobre este asunto. Brasil aumentará la importación de gasolina alrededor de un 324% hasta el año 2020, como consecuencia de la reducción de etanol de caña de azúcar, según un informe del Gobierno sobre este asunto.
El estudio, que se ha realizado a petición de la presidenta Brasileña, Dilma Rousseff, presenta tres posibles escenarios para el mercado de los combustibles en los próximos ocho años, el más optimista apuesta por que el país necesitaría de aquí a ocho años 221.365 m3 al mes.
En un escenario medio, el país necesitaría aumentar sus importaciones un 619%, mientras que la posibilidad más pesimista contempla que las importaciones de combustible fósil se disparen un 671%.
El estudio añade también que la falta de inversiones en las refinerías para aumentar la producción de gasolina y el estancamiento de la industria del etanol, acompañadas de un creciente aumento de la demanda de combustibles, han hecho que el pronóstico fuese mucho más negativo.
Entre 2010 y 2011, la producción de etanol cayó en Brasil el 15% y durante este año se espera una recuperación del 8,56%, lo que todavía por debajo de la necesidad de biocombustible en el país.
