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Brasil se une a México en su intención de bajar los tipos de interés

La región sudamericana ha sido una de las más incisivas en sus políticas de subida de tipos de interés en los últimos años, mientras sus naciones resistían los efectos de la dramática crisis que ha azotado a todo el globo desde 2008. Ahora, con el continente comenzando tímidamente a desacelerarse, han sido las autoridades financieras de México las que han anunciado que plantean bajar los tipos, mientras que en Brasil, Dilma Rousseff ha abierto la puerta esta semana a una congelación, o incluso reducción, de la tasa de interés. La región sudamericana ha sido una de las más incisivas en sus políticas de subida de tipos de interés en los últimos años, mientras sus naciones resistían los efectos de la dramática crisis que ha azotado a todo el globo desde 2008. Ahora, con el continente comenzando tímidamente a desacelerarse, han sido las autoridades financieras de México las que han anunciado que plantean bajar los tipos, mientras que en Brasil, Dilma Rousseff ha abierto la puerta esta semana a una congelación, o incluso reducción, de la tasa de interés.

La desaceleración que está sufriendo Brasil ha llevado a que Dilma haya dejado entrever esta semana, al anunciar su nuevo plan de ajuste fiscal, que los tipos van a congelarse y que incluso podrían verse reducidos para intentar sortear el posible impacto de la crisis global en la economía de la potencia sudamericana. Actualmente, la tasa de interés referencial Selic se mantiene en un elevadísimo 12,5% para intentar contener la inflación, que se mantiene alrededor de un 6% en este año.

Brasil ha mantenido un sostenido y fuerte crecimiento en los últimos años, que lo ha situado como uno de los países más sólidos y con más proyección de futuro de la región. A pesar de que ha conseguido sortear la crisis económica global con bastante solvencia, su presidenta, Dilma Rousseff, no está dispuesta a correr ningún riesgo y ha anunciado por sorpresa un plan de ajuste fiscal y de recorte del gasto que aporte estabilidad ante los mercados internacionales a la nación. «Abrimos el camino para tener una caída de las tasas, o unas tasas que comiencen a descender», declaró la presidenta a los medios la semana pasada.

«La mejor respuesta a la crisis es el crecimiento del país, pero también precisamos mejorar las condiciones en las cuales nosotros crecemos, si hay una cosa que Brasil quiere es que haya disminución de impuestos. No puedo decir cuándo vamos a tener eso, pero abrimos el camino para tener eso y queremos tener intereses que comiencen a caer”, continuó Rousseff.

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