La invasión china en América Latina es cada vez más patente y se va expandiendo hasta sectores, hasta ahora, en donde los productos latinoamericanos eran los mayoritarios por excelencia. De esta forma, Brasil comienza a preocuparse por la presencia cada vez mayor de productos chinos en el mercado del pescado. La invasión china en América Latina es cada vez más patente y se va expandiendo hasta sectores, hasta ahora, en donde los productos latinoamericanos eran los mayoritarios por excelencia. De esta forma, Brasil comienza a preocuparse por la presencia cada vez mayor de productos chinos en el mercado del pescado.
Brasil cuenta con 8 mil kilómetros de costa marina y con el río más caudaloso del mundo, el Amazonas, por lo que es una potencia pesquera en la región. Sin embargo, según el Consejo Nacional de Pesca, las importaciones de pescado chino crecieron diez veces en los últimos dos años. También está en auge la importación desde otras naciones asiáticas como Vietnam y Tailandia.
A consecuencia de este hecho, el Ministerio de Pesca y Acuicultura de Brasil, estudia imponer exenciones impositivas en alimentos y suplementos minerales para la acuicultura de entre el 40% y 70% de los costos totales de producción, una medida que debe ser aprobada por la Cámara de Comercio Exterior.
Datos oficiales informan que en los primeros nueve meses del 2011, la importación de pesado chino ascendió a 58.300 toneladas, frente a las 5.900 toneladas del mismo periodo en 2009. En el ranking del Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, China es líder en volumen, aunque el primer puesto en valores lo mantiene Chile, proveedor de salmón al mercado brasileño.
Pero ésta no son las únicas importaciones asiáticas del sector, Tailandia duplicó sus importaciones al gigante sudamericano, de 2.500 toneladas en el 2009 y a 5.900 toneladas este año, así como Vietnam cuyas cifras subieron en el mismo período de 1.300 toneladas a 19.200 toneladas.
China es el principal socio comercial de Brasil por detrás de Estados Unidos, que quedó relegado al segundo puesto hace tan sólo un año. El gigante asiático compra principalmente materias primas como mineral de hierro y soja. El Gobierno de Dilma Rousseff reclama un ajuste en la balanza comercial, ya que tan sólo el 30% de los productos que le vende Brasil al gigante asiático tiene valor agregado.
