Brasil espera que el fiscal general Rodrigo Janot transmita al Tribunal Superior de Justicia nuevos nombre de diputados y senadores imputados en el caso Petrobras. En concreto, se trata de 28 denuncias contra 54 personas que podrían poner en jaque a todo Brasil y que aún se desconocen. Brasil espera que el fiscal general Rodrigo Janot transmita al Tribunal Superior de Justicia nuevos nombre de diputados y senadores imputados en el caso Petrobras. En concreto, se trata de 28 denuncias contra 54 personas que podrían poner en jaque a todo Brasil y que aún se desconocen.
Todo apunta a que no tardará mucho en conocerse la lista y la prensa brasileña, como recoge El País, ya hace sus quinielas y señalada que en ellas podrían aparecer hasta 40 políticos, la mayor parte del Partido de los Trabajadores (PT) , al que pertenece la del presidenta Dilma Rousseff y el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Aunque también habría otros implicados pertenecientes a partidos que apoyan al Gobierno en el Parlamento.
Los rumores apuntan a los presidentes del Congreso y el Senado, Eduardo Cunha y Ranan Calheiros. También estará incluido el tesorero del PT, João Vaccari, acusado de desviar fondos de la petrolera a las arcas del partido para financiar campañas electorales.
Cuando se divulguen los nombres de todos ellos, proporcionados por antiguos cargos de la petrolera Petrobras, el Congreso quedará sacudido, lo que ya es un hecho debido a la enorme fragmentación a la que se enfrenta ya.
Todo ello se une a los datos económicos, que no son buenos. Pues Brasil está a un paso de volver a la recesión y, de momento, la economía sigue estancada. El paro, por ejemplo, subió en enero hasta el 5,3% y todo apunta a que la inflación también se encontrará en altas cotas.
Joaquim Levy, el ministro de Economía, por otro lado, se ha comprometido a llevar a cabo ajustes que está cumpliendo y Moody´s ha rebajado dos escalones de la ya cuarteada Petrobras, dejando las acciones en escala “no segura para la inversión”.
