El Gobierno boliviano de Evo Morales sigue apostado porque la economía del país crecerá un 5% este año a pesar de la caída del precio internacional del gas y los minerales, los principales productos de exportación nacional y la devaluación del peso argentino y el real brasileño. El Gobierno boliviano de Evo Morales sigue apostado porque la economía del país crecerá un 5% este año a pesar de la caída del precio internacional del gas y los minerales, los principales productos de exportación nacional y la devaluación del peso argentino y el real brasileño.
Luis Arce, el ministro de Economía de Bolivia, ha desmentido las previsiones de bajo crecimiento realizadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) para Bolivia.
Arce mantiene la confianza en los indicadores y ha considerado, como recoge el diario español El País, que el crecimiento boliviano no solo tiene que ver con las exportaciones, sino también con el dinamismo de la actividad interna, en la que la principal fuente de trabajo es la construcción.
Para cumplir el pronóstico del Gobierno boliviano, el Estado y los empresarios tendrán que pagar dos bonos navideños a final de año, ya que hace dos años se aprobó la duplicación de la paga extra para los empleados públicos y los trabajadores privados que coticen en la seguridad social.
