El corazón financiero de EEUU, Nueva York, ha sido el lugar escogido por once pequeñas y medianas cotizadas del parqué español para exhibir todas a una sus proyectos ante los inversores de Wall Street. De la mano de BME y el Banco Português de Investimento, buscarán aprovechar el renovado apetito inversor por ciertas dosis de riesgo para conseguir financiación. El corazón financiero de EEUU, Nueva York, ha sido el lugar escogido por once pequeñas y medianas cotizadas del parqué español para exhibir todas a una sus proyectos ante los inversores de Wall Street. De la mano de BME y el Banco Português de Investimento, buscarán aprovechar el renovado apetito inversor por ciertas dosis de riesgo para conseguir financiación.
Mañana martes, será la primera sesión de las dos previstas en la que los representantes de las once firmas españolas se reunirán con hasta 30 inversores institucionales estadounidenses en el marco de la primera edición el ‘Spanish Small & Micaps Conference’ organizado por el gestor bursátil español y el banco de inversión luso.
En total, están previstas más de 100 reuniones en las que las cotizadas españolas buscarán convencer a los inversores neoyorquinos para que apuesten por sus proyectos en un momento en que el mercado parece menos reacio a entrar en pequeñas compañías. Unas cotizadas a las que normalmente se asocia un mayor riesgo por su menor liquidez en Bolsa y su mayor exposición a sus mercados domésticos.
Las compañías participantes en este foro son, según ha informado el operador bursátil español: Acerinox, la propia BME, Duro Felguera, Ebro Foods, Ence, Gamesa, Indra, Meliá Hotels, Pescanova, Prisa y Tubacex. Un grupo variopinto en cuanto a tipología de negocio y previsiones de futuro que, en conjunto, alcanza una capitalización bursátil de 10.000 millones de euros.
BME ya ha organizado varios encuentros de este tipo entre cotizadas e inversores en París. En este caso, destinada hacia inversores institucionales europeos. Este nuevo evento se encuadra en un proyecto lanzado por BME hace ya siete años cuyo objetivo es impulsar la liquidez y capacidad de financiación de las cotizadas españolas gracias a una mayor transparencia y acercamiento para con los participantes del mercado, en este caso, estadounidense.
